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El entrenador de Peñarol de Mar del Plata, Sergio Hernández, destacó que “en básquet no hay nada definido hasta que termina”, ya que su equipo tenía una ventaja de 17 tantos en el último parcial y le ganó en la noche del lunes a Obras Sanitarias con un ajustadísimo 80 a 78 en el primer encuentro de la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol (LNB), lo que le permitió recuperar la ventaja de la localía en la definición.

“En un rato de lucidez sacamos 17 puntos y en 5 minutos casi nos empatan. En básquet no hay nada definido hasta que termina el juego”, reconoció el ex DT del seleccionado argentino, en conferencia de prensa. Hernández subrayó que fue “un partido con mucha intensidad entre dos equipos con mucho orgullo y sacrificio. Ni nosotros ni ellos pudimos jugar el básquet que estamos acostumbrados”.

La nota de color la dio un hincha local, que le dijo al técnico de Peñarol: “Te cagaste todo, Hernández”, en referencia a la diferencia de 17 puntos y a lo ajustado del resultado final, a lo que el DT contestó: “Sí, tenés razón”. Por su parte, Facundo Campazzo, una de las figuras de la cancha, remarcó: “Por momentos se jugó a lo que Peñarol quiso. Hay que copiar las cosas que hicimos bien”. El base destacó la buena defensa “en el tercer cuarto, ya que con eso sacamos una diferencia importante”, y reconoció que no defendieron “igual” y se relajaron, dejando que “Obras se viniera encima”.

Obras –que es dirigido por el entrenador del seleccionado argentino, Julio Lamas, y fue el mejor equipo de la fase regular– tendrá hoy la chance de tomarse revancha cuando desde las 22.10 (televisa en directo TyC Sports) vuelva a recibir en su estadio al Milrayitas, bicampeón vigente de la LNB.

El primer encuentro de la serie se disputó bajo un marco espectacular, a estadio lleno, y durante el encuentro se vivió una verdadera fiesta del deporte. Sin embargo, una vez terminado el mismo, un grupo de hinchas de Obras agredió a la parcialidad visitante. Los hechos, que tuvieron un saldo de dos heridos y varios hinchas golpeados, se produjeron cuando los hinchas de Peñarol se disponían a subirse a los micros que los trasladarían de regreso a Mar del Plata.