Desde Resistencia, Chaco

La Selección Argentina de Básquetbol cumplió con la lógica y se quedó con el Grupo A del Sudamericano al vencer 88-64 a Chile, con 26 puntos de Juan Gutiérrez. De esta manera, el conjunto de Néstor García se medirá hoy desde las 22 con el vencedor de Uruguay y Paraguay, que se enfrentaban anoche al cierre de esta edición. La otra semifinal la protagonizarán Brasil, que derrotó 95-46 a Bolivia y se adjudicó el Grupo B, y Venezuela, que se impuso 101-66 a Colombia y terminó en el segundo lugar del A.

El encuentro tuvo pocas equivalencias, ya que Argentina sacó rápidas ventajas de la mano de Federico Van Lacke y completó la escapada con el aporte de Juan Gutiérrez. Eso le permitió rotar mucho el plantel y darles rodaje a los más jóvenes, siempre con ventajas que rondaban los 20 puntos. Así llegó a un cierre muy cómodo.

Pero más allá de la victoria de ayer, la clave del primer lugar estuvo en el agónico triunfo 90-87 sobre Venezuela, con un triple de Leo Gutiérrez a 1s5 del final. El conjunto Vinotinto, que vino con todas sus figuras, salvo Oscar Torres, y que se prepara de manera especial para el Preolímpico que se disputará en su país en busca de una plaza en Londres, exigió al máximo a Argentina, que llegó a perder por once puntos en el segundo cuarto. En ese pasaje, Greivis Vásquez, jugador de New Orleans, lastimaba tanto con sus penetraciones como con los tiros lejanos, mientras que Echenique superaba a los internos locales. Los triples de Safar, Campazzo y Leo Gutiérrez sirvieron para que Argentina cerrara el primer tiempo cerca en el marcador, a pesar de la diferencia en el juego.

En la segunda parte, los bases argentinos, Campazzo y, sobre todo, Laprovíttola manejaron mejor los ritmos, con lo que el desarrollo del juego ya fue diferente y más parejo. Y con el aporte de Sandes y la puntería de Leo Gutiérrez, el conjunto de Néstor García pudo llegar a un final cerrado. Con el juego empatado 87-87, los venezolanos tuvieron su chance, pero Romero falló su lanzamiento con 15 segundos por jugar. El rebote lo bajó Mata y le dio la bola a Campazzo, que hizo la pausa para asistir abierto a Leo Gutiérrez que, como tantas veces, sacó su mejor lanzamiento en el momento de mayor presión. “La veía medio torcida cuando salió, es la realidad. Creía que iba a pegar en el aro y salir”, confesó Gutiérrez... Lo cierto es que la pelota entró limpita y ya casi no hubo tiempo para más, para agigantar aún más el mito del jugador más ganador de la historia de la Liga Nacional.