El ex delantero Guillermo Barros Schelotto comenzó ayer su carrera como entrenador de fútbol profesional al frente del plantel de Lanús. El ídolo de Boca y Gimnasia reemplaza a Gabriel Schurrer y dio el primer paso aclarando que su hermano Gustavo “será el ayudante de campo”. “Seré el técnico y mi hermano será mi ayudante de campo”, sentenció Guillermo, para aclarar una información ambigua que decía que Gustavo compartía junto a él la conducción del equipo. “Me encontré con el plantel que venía viendo desde hace un año, cuando lo dirigía Schurrer. Me decidí a dirigir porque mucha gente me incentivó a venir a un club como Lanús, y como me hizo una propuesta, acepté. Trabajaremos para potenciarlo. Trataremos de formar un gran equipo. Todo se demostrará en el campo de juego”, comentó.

“El principal objetivo es entrenar de la mejor manera y potenciar a los jugadores. Con el correr de los partidos veré para qué estamos. Quiero que jueguen bien al fútbol, pero sobre todas las cosas ganar”, añadió. Guillermo auguró tener un “sello propio” como entrenador, cuando le preguntaron si adaptará a su juego lo que aprendió cuando fue dirigido por Carlos Griguol (Gimnasia) y Carlos Bianchi en Boca.

“Voy a exigir actitud, entrega y ganas de ganar”, dijo el carismático ex jugador varias veces campeón con Boca. Con respecto al mediocampista Mario Camoranesi, comentó: “No pude hablar personalmente con él, pero el presidente del club (Nicolás Russo) me dijo que se presentará el jueves. Es un campeón del mundo y no podemos subestimar a un jugador de esa clase. Es muy bienvenido”. Camoranesi y el delantero uruguayo Mario Regueiro no estuvieron presentes porque se encuentran en Europa y recibieron dos días más de vacaciones, y se sumarán mañana.