El juez Claudio Bonadío tomará la decisión sobre los procesamientos en el expediente de la tragedia de Once dentro de las próximas dos semanas. El magistrado estará en su juzgado durante la feria judicial y dará los últimos toques a su decisión tal vez antes de este viernes, pero casi seguro a lo largo de la próxima semana, ya en la feria. Falta terminar la pericia contable, de la que prácticamente se completaron 14 de los 17 puntos de pericia. Y también se hizo el estudio sobre el maquinista, Marcos Antonio Córdoba, para determinar si puede haber tenido un episodio de epilepsia en los últimos segundos antes del choque.

Todo indica que Bonadío procesará por estrago culposo al maquinista, pero también le endilgará responsabilidades tanto a ejecutivos de la concesionaria, Trenes de Buenos Aires (TBA), como a funcionarios del Gobierno. Habrá que ver qué delitos exactamente les adjudica a estos últimos dos grupos y si serán procesados todos los que convocó a indagatoria o si algunos quedarán al margen de la responsabilidad por lo ocurrido. El estrago es producir un daño de grandes proporciones y cuando se habla de culposo se hace referencia a que no hubo intencionalidad, pero sí imprudencia y negligencia. Lo que tiñó todo el hecho es la cantidad de muertes y heridos.

Los dos elementos finales que Bonadío esperaba agregar al expediente antes de dictar su resolución están cerca de completarse:

- La pericia contable, para determinar qué se hizo con los fondos que el Estado giró a TBA, ya tiene resolución en 11 de los 17 puntos. Hay tres puntos también concluidos, pero que todavía no se entregaron al juzgado y en los que se abordan los planes de inversión y las empresas contratadas por TBA. Y tres puntos que se están trabajando. Por los trascendidos, los peritos vienen firmando en forma unánime las conclusiones. Habrá que esperar las conclusiones finales.

- En el juzgado también tienen constancia de que se realizaron los estudios médicos al maquinista. La supuesta actividad epileptoide fue detectada por una médica de la Corte Suprema tras un electroencefalograma que se le realizó a Córdoba y eso llevó a nuevos estudios. Será muy difícil probar que el motorman tuvo un episodio de naturaleza epiléptica en los segundos anteriores al choque. Lo que se busca es una explicación a que no haya accionado los frenos, de acuerdo con lo que señalan las pericias mecánicas en forma unánime, algo que también se verifica en que el motorman no tiene lesiones defensivas en los brazos o las manos y tampoco avisó por radio que tenía dificultades. Es como si hubiera estado desvanecido o dormido. Córdoba sostuvo ya dos veces ante el juez que él aplicó los frenos, pero que no funcionaron. Los informes finales de estos últimos estudios médicos están listos.

El fiscal Federico Delgado hizo una presentación pidiéndole a Bonadío que procese a los 30 imputados. Delgado siempre hizo foco en las condiciones del servicio, en lo que denominó “el afuera” del choque, con lo que apuntó a los integrantes de TBA y a los funcionarios del Estado. Respecto del maquinista dijo que “no prestó suficiente atención”, por lo que también propuso su procesamiento.

La expectativa está puesta entonces en la decisión que Bonadío tomará esta semana o la próxima. La imputación general que formuló el juez inicialmente fue la de “impropia utilización del material rodante, de la infraestructura concesionada, del personal transferido y de los fondos que el Estado nacional puso a su disposición para que ofrezca un servicio eficiente y seguro cuya calidad y frecuencia sea superior al actual”. Luego, en el escrito en el que ordenó detenciones, hizo una definición más precisa: habló de estrago –sin definir si doloso o culposo–, asociación ilícita y administración fraudulenta. El punto es si aplicará estas figuras a quienes estaban más en contacto diario con el tren –gerentes o jefes de mantenimiento y operaciones–, si subirá en la responsabilidad hacia unas áreas y no otras y cuál será la imputación contra quienes el juez considera que debían controlar desde el Estado.