La derrota ante Francia en el segundo partido del grupo A no parece haber hecho efecto en el ánimo de los integrantes de la Selección Argentina de básquetbol. Al menos, así lo aseguraron en sus declaraciones tras la caída ante el conjunto europeo. Y para demostrarlo, nada mejor que el encuentro de hoy a las 10.30 ante Túnez, en el tercer juego del equipo de Julio Lamas en el certamen. Una victoria significaría el virtual pasaje para los cuartos de final, el primer objetivo que se planteó el grupo.

La ecuación para el conjunto argentino pensando en la clasificación a los cuartos de final sigue cerrando a pesar de la derrota. Un triunfo y una caída ante los dos rivales directos de la zona es un balance satisfactorio, de acuerdo con la mirada del plantel. El base Pablo Prigioni, uno de los referentes del equipo, consideró que no es ilógico lo sucedido hasta ahora. “Los dos primeros juegos eran muy difíciles. Haber ganado uno y perdido otro está entre lo previsible”, señaló el cordobés, que hizo un análisis de los dos compromisos ya afrontados. “En el primer partido hicimos un gran juego, muy serio y completo, con unos porcentajes altísimos, defendimos bien, y nos permitió arrancar bien el torneo. Con Francia tuvimos intensidad, estuvimos bien pero en ataque jugamos sin tanta paciencia, nos apuramos un poco y no tuvimos la misma efectividad que con Lituania”, agregó. Junto con Emanuel Ginóbili y el base suplente Facundo Campazzo, Prigioni estuvo ayer en Wimbledon, a donde acudió a ver el partido del tenista Juan Martín Del Potro. La otra nota de color estuvo en el festejo de cumpleaños del alero Marcos Mata.

El compromiso de hoy es en los papeles el más accesible de la fase inicial. Túnez lleva dos derrotas, ante Nigeria y ante Estados Unidos, y se supone que no tiene armas como para complicar al conjunto argentino, ni a nivel individual ni en el plano colectivo. “Es un partido importantísimo. Tenemos que prepararlo bien, intentar jugar lo mejor posible y ganar, el primer objetivo. Después, paso a paso”, indicó el flamante jugador de New York Knicks en la NBA. Sin embargo, más allá de la lógica cautela que plantea Prigioni, la ocasión parece propicia como para poder sacar una rápida diferencia y utilizar a varios de los suplentes, que hasta ahora han tenido muy pocos minutos en la cancha. De esa manera, el propio Prigioni, Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni y Luis Scola tendrían un poco de descanso, algo clave para la seguidilla de partidos, además de tener en cuenta que los cuatro ya tienen más de treinta años.

Además del partido de Argentina, hoy se disputará otro compromiso clave para sus chances: Francia-Lituania. Si ganan los franceses, se les allanaría el camino para quedar en la segunda ubicación de la zona, ya que luego les tocarían Túnez y Nigeria, los dos equipos más accesibles de la zona. En ese caso, de cumplirse la lógica –triunfos ante Túnez y Nigeria y caída ante Estados Unidos–, el conjunto de Lamas terminaría tercero y cruzaría en los cuartos de final al segundo del grupo B. Por el contrario, si triunfan los lituanos, todos los caminos conducirían a un triple empate entre ambos equipos y Argentina. Y en ese escenario, el equipo de Lamas tiene una gran ventaja en el desempate. Como venció por 23 puntos a los lituanos y cayó por 7 ante los franceses, su diferencia en el sistema olímpico es +16. Los galos están con +7, pero al perder empeorarían su coeficiente. Y los bálticos, que tienen -23, tendrían que ganar por más de 39 tantos para superar a Argentina, algo que parece imposible. Por eso, ante el eventual triunfo lituano, el equipo nacional quedaría segundo y se enfrentaría en los cuartos de final con el tercero de la otra zona. Pero más allá de las cuentas, lo primero que tiene que hacer es vencer a Túnez.