DEPORTES › EL HOLANDES MARTIN VERKERK LO ELIMINO A PALAZOS EN TRES SETS
No salieron conejos de la galera de Coria
El santafesino no pudo hacer magia ante un rival que impuso su potencia y llegó a sacar a 210 km/h, y cayó en la semifinal de Roland Garros. Un incidente con una chica alcanzapelotas distrajo al argentino, y el tenis bestial de su rival hizo el resto. Pero el balance de Coria, que será sexto del mundo el lunes, dio positivo pese a la derrota.
Por Sebastián Fest
Desde París
La desbordante potencia de su rival y un desafortunado incidente que estuvo a punto de costarle la desclasificación pusieron fin al sueño de Guillermo Coria de avanzar a la final de Roland Garros. El holandés Martin Verkerk, 46º del ranking mundial, batió a Coria 7-6 (7-4), 6-4, 7-6 (7-0) para convertirse en el primer jugador de su país en alcanzar la final del Abierto de Francia. Jugará mañana contra el español Juan Carlos Ferrero, quien buscará el séptimo Roland Garros para su país en los últimos diez años, tras derrotar 6-3, 7-6 (7-5), 6-4 a Albert Costa.
El holandés mostró un juego ofensivo y por momentos impredecible para superar al argentino, que no exhibió su habitual fortaleza mental, pese a que luchó hasta el final por cambiar el curso del encuentro. Coria cerró el partido con una doble falta tras dos horas y 40 minutos de juego.
“Me duele haber perdido, pero haber ganado un Masters Series como Hamburgo y llegado a semifinales aquí es muy importante. Tengo 21 años, si sigo jugando así tendré más posibilidades”, dijo Coria tras la derrota.
El partido estuvo monopolizado por el desconcertante juego de Verkerk, capaz de combinar dos aces y dos doble faltas en menos de un minuto, dueño de un juego potente y dúctil desde el fondo, que pasa sin inmutarse de una pelota floja y sin peso a un palazo descomunal.
Antes que contra el juego del holandés, Coria se estrelló contra sí mismo. Tras perder el punto final del tie-break del primer set, arrojó su raqueta al aire, intentando alcanzar el inalcanzable tiro de Verkerk, y el instrumento fue directo hacia una ball-girl que, mostrando reflejos, atinó a cubrirse el rostro.
Coria se tomó la cabeza, juntó sus manos pidiéndole perdón, y comenzó a hacer gestos de disculpas hacia el público, mientras se quitaba la camiseta y se la regalaba a la muchacha, de 16 años. Bajó el juez de silla y enseguida apareció el árbitro general del torneo, Fabrice Chouquet, y el supervisor Norbert Peick.
“Podemos confirmar que Coria será multado con 2000 dólares por conducta antideportiva”, dijo Nick Imison, de la Federación Internacional de Tenis (FIT). “No hay automatismos, siempre se estudia caso por caso, y en este caso estuvo claro que Coria no tenía intención”, dijo Joanne Sirman, de la FIT. “Pero definitivamente puedo asegurar que si la recogepelotas hubiera sido herida, Coria habría sido casi con total seguridad descalificado.”
El choque generó gran expectativa en el estadio central de Roland Garros. En primera fila del palco presidencial se sentó, con traje oscuro y corbata, Guillermo Vilas, acompañado por su novia tailandesa. También siguieron el partido José Luis Clerc, el español Manolo Santana, los rumanos Ion Tiriac e Ilie Nastase, y el australiano Rod Laver.
Una veintena de holandeses con camisetas naranjas alentaron a Verkerk en la parte alta del estadio, en tanto que un reducido grupo de argentinos, vestidos con la camiseta de la selección, apoyó a Coria.
El argentino tuvo sus posibilidades en el segundo set. Primero, con una ventaja de 2-0, y luego, con Verkerk sirviendo 4-4 y 15-40. En el tercer set Coria quebró para 3-2, pero Verkerk recuperó el servicio perdido a escopetazos, Coria salvó seis break points sacando 3-4 y poco después el holandés arrasó a su rival en el tie-break.