[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La mayoría de los jugadores de Independiente que fueron licenciados por la dirigencia hicieron caso omiso y se presentaron a entrenarse ayer en Villa Domínico. Las únicas ausencias de los 13 que fueron informados de la medida correspondieron a Víctor Zapata y Ernesto Farías, quien ya no volverá al club. En cambio, sí estuvieron los otros 11 a los que el técnico Miguel Brindisi, tras la reunión con el presidente Javier Cantero, les anunció que quedaban licenciados.

Los arqueros Hilario Navarro y Adrián Gabbarini, el resto de los jugadores de campo Eduardo Tuzzio, Osmar Ferreyra, Luciano Leguizamón, Roberto Battión, y los juveniles Nicolás Villagra, Federico Gay y Gonzalo Contreras fueron hasta Domínico por la mañana. La presencia iría por dos andariveles: primero por sentirse molestos al considerar que son fusible cuando casi no tuvieron participación en el equipo, y segundo porque pretenden cubrirse legalmente y no pegar faltazos. La mayoría, salvo Gabbarini y Tuzzio, cuyos contratos vencen el 30 de este mes, tiene vínculos hasta el año próximo.

El volante Zapata expresó ayer su descontento con la decisión del presidente Cantero de separarlo del plantel profesional, una semana antes de que finalice el torneo Final, y a sólo tres días del descenso a la B Nacional. “Yo quería cumplir el año de contrato que me queda. Estoy enojado con Cantero, aunque respeto la decisión”, explicó el jugador, quien llegó como refuerzo contratado por esta Comisión Directiva, para afrontar el torneo Inicial 2012, bajo la conducción técnica de Cristian Díaz. “Si me daban a elegir, me quedaba en Independiente”, expresó el ex jugador de River.

Por otra parte, esta semana los dirigentes retomarán las gestiones para renovarle el contrato a Fabián Vargas (“tenemos que hablar muchas cosas para que me quede” avisó el volante), Fernando Godoy, Leonel Galeano y Gabriel Vallés. En tanto, trascendieron los nombres de Martín Galmarini y del uruguayo Carlos Sánchez para ocupar el puesto de volante por derecha, zona en donde Brindisi solicitó un refuerzo.