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Boca no podrá festejar la obtención de la Copa Libertadores como quería su presidente, Mauricio Macri. Luego de que el candidato a la jefatura de Gobierno de la Ciudad anunciara desde San Pablo, sin consultar con nadie, que el club iba a cambiar el horario de su partido ante Central en Rosario, para poder celebrar el título el domingo por la tarde, desde la conducción del fútbol argentino le mandaron un claro mensaje. No sólo no le adelantaron el partido, sino que se lo reprogramaron para las 17, la misma hora en la que Macri pretendía iniciar los festejos en La Bombonera. Como premio consuelo, las autoridades boquenses consiguieron un permiso para actuar en Rosario con menos de ocho profesionales. Así, mientras en Arroyito se jugará un partido oficial con juveniles y suplentes de suplentes, en La Boca, con todos los jugadores que obtuvieron la Copa, se iniciará la celebración con shows musicales, fuegos artificiales, pantallas gigantes y varias sorpresas.
Fue el propio Julio Grondona, el titular de la AFA, quien anunció que la modificación que pedía Boca no iba a ser tenida en cuenta. “River recibirá a Racing a las 15 y Boca jugará en Rosario a las 17, respondiendo al pedido del Comité de Seguridad. Me parece lo correcto ya que no se debe cruzar el regreso de los hinchas de Boca cuando River está jugando en su estadio”, señaló Grondona. Así, el titular de la AFA descartó de plano la posibilidad de que Boca armara la fiesta que pretendía Macri y que había anunciado el mismo miércoles a la noche, apenas unos minutos después de que el equipo de Carlos Bianchi obtuviera el título.
De acuerdo con lo que aseguró Grondona, la decisión de no adelantar el partido no tuvo que ver con una resolución del Comité Ejecutivo ni de los clubes, sino que estuvo relacionada con la seguridad. “Hubo acuerdo entre los clubes para cambiar el horario y la AFA hizo la presentación donde corresponde, pero no se logró por un tema de seguridad”, justificó Grondona.
Más allá de la ratificación, Macri insistió hasta último momento en la necesidad de modificar el horario del encuentro ante los rosarinos. “Nosotros necesitamos cambiar el partido o postergarlo”, remarcó el dirigente boquense. Según su visión, debido a la escasa importancia del encuentro que cerrará el torneo Clausura, no tendría que haber inconvenientes para posponerlo, si es que por seguridad no se puede jugar el domingo a la mañana. “Los festejos están programados para el domingo, y la propuesta entonces sería postergar el partido para más adelante. Básicamente es un juego que no significa nada para el campeonato, ya que sólo hay que completar para los promedios”, indicó Macri.