EL PAíS › ANIBAL FERNANDEZ ASEGURA QUE LA LISTA NO SE ABRE
Ni un solo duhaldista menos
El ministro del Interior le dijo a Página/12 que no habrá cambios en la lista de diputados bonaerenses. Fernández tiene diálogo fluido con Duhalde. Solá tiene interés en que haya cambios.
Por Diego Schurman
Aníbal Fernández aseguró a Página/12 que la boleta del justicialismo bonaerense se mantendrá “intacta” y que “no existe, no existió ni existirá un pedido de Néstor Kirchner para abrirla a otros postulantes”. La sorpresiva y contundente afirmación del ministro del Interior y uno de los pocos referentes duhaldistas del actual gobierno se produce en medio de fuertes versiones sobre cambios en la lista que acompañará la candidatura a gobernador de Felipe Solá.
Fernández es uno de los integrantes del gabinete al que el Presidente le otorga mayor autonomía. Dentro de un esquema de acotado trato con la prensa, es el ministro del Interior el que sale a poner la cara para explicar desde la crisis del PAMI hasta los contratos con las empresas privatizadas.
Si se aboca a esos temas, no debería sorprender su inserción en la discusión electoral y menos la bonaerense, ya que se trata del ministro político y, de yapa, es quilmeño de nacimiento. Pero su voz, en este caso, más que correa de transmisión de Kirchner parece ser, sobre todo, la del propio Eduardo Duhalde.
Fernández y el ex mandatario hablaron recientemente por teléfono. Y pormenorizaron sobre los comicios del próximo 14 de septiembre, en los que Felipe Solá buscará revalidar el título de gobernador en nombre del PJ.
El duhaldismo y Solá mantienen una relación de amor y odio permanente. Así como en algún momento el ex presidente quiso que fuera su sucesor y en el peor de los casos compañero de fórmula de Carlos Reutemann, en otro buscó dejarlo afuera de la competencia para gobernador. Todos recuerdan la movida del grupo de intendentes más ortodoxos pidiendo a los gritos que Chiche Duhalde fuera la candidata.
Finalmente, se respetaron las aspiraciones de Solá. Pero Duhalde se encargó del resto de la lista. Y premió a todos aquellos que integraron su gabinete. Ubicó como candidata a vice a la ex titular de la cartera de Educación, Graciela Giannettasio, y dejó los lugares más expectantes en la boleta de diputados, que encabeza Chiche, a los otros ministros.
Solá mantiene especial encono con el ex canciller Carlos Ruckauf, ahora número 2 de su lista. A través de Mariano West ya dejó entrever su interés en desplazarlo. El propio ministro de Desarrollo Humano y Trabajo bonaerense admitió ese deseo en un reportaje a Página/12.
El gobernador no es el único que tiene mala relación con Ruckauf. Lo mismo le sucede a Kirchner. Sin embargo, Fernández insistió ante este diario que el Presidente “no cuestionó a nadie” y que “no se metió con nadie” de los que integran la lista.
–¿No hizo ninguna observación sobre Ruckauf? –le preguntó Página/12.
–En absoluto.
–¿Y usted no cree que hay razones para sacarlo de la lista?
–No. No veo ninguna razón –respondió escueto Fernández, quien, vale aclararlo, fue ministro de Trabajo bonaerense cuando Ruckauf estaba a cargo de la gobernación y uno de los pocos funcionarios que no habla pestes de Rucu en la intimidad.
Fernández ni siquiera dejó espacio para que él mismo fuera removido de la lista –está número 9–, a pesar de que no podrá asumir ya que, si nada impensado ocurre de acá a fin de año, optará por mantenerse al frente del Ministerio del Interior.
Sobre la “intangibilidad” de las listas bonaerenses también se escucha hablar en la intimidad a José Pampuro, otro de los duhaldistas del Gobierno que integra la lista de candidatos provincial. Aunque en su entorno aseguran, por ahora más en broma que en serio, que preferiría volver a trabajar cerca de Duhalde y escapar del Ministerio de Defensa, donde ha recibido simultáneamente –y según sus palabras– “desautorizaciones” de Kirchner y “zapateo de los militares” afectados por las medidas del Gobierno.
Si bien el Presidente sacó de competencia para gobernador a Eduardo Sigal (ver recuadro aparte) y eso llevó a un sector del kirchnerismo a pensar que Duhalde debería incluirlo en la lista de diputados, los allegados al mandamás del distrito no piensan del mismo modo.
“Kirchner está facilitando las cosas para que Solá se imponga a Rico y Patti, que son la representación del menemismo. Pero así como Duhalde no chistó cuando corrieron a Pacheco del PAMI –en alusión al pediatra de sus hijos– ni cuando se hicieron reformas que afectaron supuestos intereses suyos, el Presidente no se meterá en el distrito de Duhalde y en cualquier caso será Duhalde el que tenga la última palabra”, aseguran.
Durante el encuentro partidario de esta semana, Chiche se valió de ese mismo armado argumental ante José María Díaz Bancalari. Como jefe del bloque de Diputados del PJ, Díaz Bancalari oficia de bisagra entre kirchneristas y duhaldistas. Eso lo sabe el propio Sigal, quien conversó con el legislador la posibilidad de formar un frente en la provincia, lo que obligaría a rever la actual boleta del PJ.
Si el bonaerense le generó esperanzas a Sigal, Fernández se encargó ayer de derribarla. De todos modos, como los duhaldistas reconocen, la última palabra la tiene Duhalde. Y Duhalde, que arribará en las próximas horas al país luego de sus vacaciones europeas, tiene pendiente un encuentro con Kirchner.