Jugando acaso el mejor tenis de su temporada, pese a haberse resentido de la lesión en la rodilla, Juan Martín Del Potro venció al español David Ferrer 6-2, 6-4, 7-6 (7-5) en los cuartos de final del Abierto de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, y jugará mañana en semifinales ante el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, a quien ya derrotó el año pasado sobre la misma superficie.

En una colmada cancha principal del All England de Londres, el oriundo de Tandil, octavo en el escalafón mundial de la ATP, empleó dos horas y 16 minutos para acreditarse la victoria ante Ferrer, cuarto en el ranking, en un partido en el que estuvo a punto de abandonar ya en el primer game. En consecuencia, Del Potro, quien atraviesa su mejor actuación en Wimbledon, porque antes había llegado a octavos de final en los últimos dos años, chocará por un lugar en la final ante el mejor jugador de la actualidad, Djokovic, quien venció al checo Tomas Berdych (6º) 7-6 (7-5), 6-4, 6-3.

El historial entre ambos es ampliamente favorable al serbio 8-3, pero la salvedad es que en el último duelo, este año en Indian Wells, ganó el argentino y también se impuso en el único enfrentamiento en el All England, en el partido por la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (ver aparte). En la otra semifinal se medirán el escocés Andy Murray, número dos del mundo, y el polaco Jerzy Janowicz.

De todas maneras, para llegar a las semis, Del Potro tuvo que protagonizar una actuación épica, porque apenas arrancado el cotejo se resintió del dolor en la rodilla izquierda, que ya tenía vendada desde que se lesionó en la tercera ronda ante el esloveno Grega Zemjla. El número uno del tenis argentino, que no perdió ningún set en Wimbledon, tenía ventaja de 40-15 en el primer game con el saque de su rival, pero al ir a buscar una pelota hizo un mal movimiento con la rodilla y tuvo que pedir asistencia médica. “Aguantá uno o dos games y probá a ver cómo responde”, le propuso primero su entrenador Franco Davin. Luego llegó el médico oficial, analizó la zona de dolor del argentino, quien estaba con lágrimas en los ojos, le ofreció un calmante y le dio el visto bueno para que intentara seguir con el trascendental cotejo.

Del Potro, tercer argentino en llegar a semis en Londres después de Gabriela Sabatini y David Nalbandian (finalista en 2002), retornó a la cancha aún con una oportunidad de quiebre, y si bien batalló, sus movimientos iniciales no fueron los mismos, le costó desplazarse y el español aprovechó para recuperar la ventaja y acreditarse el primer game. Sin embargo, ganó con autoridad su saque y ya un poco más suelto y acarreando mejor su dolencia, logró quebrarle con una exquisita derecha angulada y luego ratificó la ventaja con su saque y dos aces consecutivos para adelantarse 3-1.

Ferrer, quien tenía una ventaja de 6-2 en el historial entre ambos, intentó sacar provecho de la merma en los movimientos de su rival y buscó con drops y pelotas cruzadas, pero el argentino se mostró sólido y fue dominador, por lo que no le permitió muchas oportunidades a su rival para desarrollar su juego. Así, volvió a quebrar en el séptimo game para ponerse 5-2 y valiéndose luego de su soberbio servicio (73 por ciento de efectividad con su primer saque y 84 por ciento de los puntos ganados con el mismo), levantó dos breaks y con un ace concretó finalmente la victoria en el primer set en 43 minutos.

En el segundo parcial, el trámite fue parejo hasta el noveno juego, en el que el argentino, sin rastros ya de su dolencia, logró romper el saque del español, quien jugó infiltrado por un dolor en el tobillo, para adelantarse 5-4. A continuación, el tandilense, a quien sólo le habían quebrado dos veces en el torneo, no vaciló y nuevamente con un servicio brillante (apenas perdió dos puntos a lo largo del set y logró un 94 por ciento de los tantos jugados con su primer saque) ratificó el break-point y confirmó el 6-4, en 39 minutos.

Ya en el tercer set, nuevamente la paridad estuvo a la orden del día y cada uno se encargó de mantener su servicio para arribar a un decisivo tie break, en el que el tandilense arrancó mejor, el español se recuperó, pero finalmente Del Potro (8 aces en el parcial) sentenció su hazaña con dos soberbios tiros ganadores. El argentino supo adelantarse 4-1, pero luego Ferrer igualó 5-5, hasta que sacó ventaja con un ángulo cruzado de derecha, y en la primera oportunidad para cerrar el partido, con el saque de su rival, trabajó el punto con calma y definió con una paralela a la carrera para derrumbarse en el césped.

De esta manera, Del Potro, quien arrancó con lágrimas de dolor y terminó con los ojos vidriosos por la emoción, conquistó su tercera victoria (antes en Tokio 2008 y Miami 2009 sobre cemento) frente al alicantino y se vengó de la derrota que había sufrido en los octavos de final del año pasado. Ferrer le había ganado en Australia y Hertogenbosch 2008, más la serie de Copa Davis jugada en Málaga en 2011, y Miami, Wimbledon y el Masters de Londres el año pasado, en diferentes superficies.

Más tarde, el español Fernando Verdasco estuvo al borde de dar un nuevo golpe monumental, pero cayó en los cuartos de final ante el británico Andy Murray tras desperdiciar una ventaja de dos sets. Número dos del ranking, Murray se impuso 4-6, 3-6, 6-1, 6-4, 7-5 en una cancha central del All England Club, que pasó del silencio a la ebullición, y se medirá por un lugar en la final al polaco Jerzy Janowicz, quien le ganó a su compatriota Lukasz Kubot 7-5, 6-4, 6-4. “Fue una atmósfera increíble. Luché desde el primer punto hasta el último y saqué adelante un partido increíble”, apuntó Murray tras 3 horas 27 minutos de juego. “Jugó extremadamente bien en los primeros dos sets, está jugando como lo hacía hace unos años. Pero yo empecé a jugar más sólido desde el tercer set”, comentó el escocés, quien no se mostró sorprendido por el nivel de Verdasco.