Era un trámite y Lanús lo cumplió sin sobresaltos. Más allá de la derrota 1-0 ante la Universidad de Chile, el equipo de Guillermo Barros Schelotto sacó provecho del 4-0 del partido de ida y avanzó a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, instancia en la que se enfrentará al ganador de esta noche entre River y Liga de Loja.

La sensación que había en la previa del partido es que la serie estaba sentenciada. Los cuatro goles que tenía que marcar la U, sin recibir ninguno de Lanús, era una cuesta demasiado empinada como para soñar con la remontada.

Y en pocos minutos quedó claro en el desarrollo. Por un lado, el conjunto chileno no mostraba la ambición necesaria como para consumar la hazaña. Y del otro, Lanús, con mayoría de titulares a pesar de la gran ventaja, dejaba en claro que no iba a asumir ningún riesgo que pudiera poner en peligro la clasificación.

De esa manera, el desarrollo se tornó monótono, con muy pocas emociones frente a los arcos. La Universidad de Chile manejaba la pelota, sin acelerar ni generar mucho peligro. Ante esa circunstancia, Lanús esperaba agrupado en su terreno, evitando el desgaste y aguardando que pasara el tiempo. Con ese panorama, la chances de peligro casi no aparecieron. El conjunto de Barros Schelotto se aproximó con un remate desde lejos de Silva, que Marín controló bien abajo. En tanto, el equipo trasandino estuvo cerca de abrir el marcador con un cabezazo a contrapierna de Lorenzetti tras un centro de Cereceda, pero Marchesín tapó de manera notable y evitó que el juego ganara un poco de emoción.

El descuento fortuito de Aránguiz abrió un poco más el partido, porque la U se adelantó con la ilusión remota del milagro. Inclusive, a través de Rubio tuvo dos mano a mano, pero las intervenciones de Marchesín impidieron un nuevo descuento. Así, pese al susto final, Lanús pudo completar su trámite y garantizarse su pasaje a la siguiente ronda.