La Navidad no dejó en el árbol de River los regalitos que los hinchas estaban esperando, ya que se complican las contrataciones de los delanteros que anhela Ramón Díaz para reforzar el equipo, Ignacio Scocco y Fernando Cavenaghi.

“Lo de Scocco depende de que consigamos uno o dos sponsors y la situación está muy complicada”, citó la agencia DyN a una fuente dirigencial del club. El Inter de Porto Alegre, propietario del pase del delantero, pretende 6,5 millones de dólares por la cesión del goleador, a quien no está dispuesto a ceder a préstamo. Las negociaciones por la contratación del delantero Fernando Cavenaghi están en un “compás de espera”, informó el vicepresidente de River, Matías Patanian, quien indicó que se volverán a reunir la semana próxima con el representante del jugador.

“Tuvimos algunas conversaciones y nos vamos a sentar de nuevo la semana que viene para tratar de acordar la vuelta de Cavenaghi al club. Es una negociación y todo lleva su tiempo”, explicó Patanian, integrante del nuevo consejo de fútbol tras el triunfo de Rodolfo D’Onofrio en las recientes elecciones.

Desde el entorno del jugador aseguraron que están esperando una nueva oferta, pues la primera que se llevó a cabo a principios de esta semana no satisfizo al delantero y por eso las negociaciones se postergaron para el fin de semana. El contrato sería inferior al que Cavenaghi había firmado para regresar al club cuando el equipo perdió la categoría y debió militar en la B Nacional durante la temporada 2011/2012.

“River le ofreció lo que está en condiciones de pagar. Más no podemos pagarle, el problema viene de otro lado”, dijo el vicepresidente primero del club, Jorge Brito. “Vamos a ir evaluando todo y si es conveniente para el club y para el jugador, se avanzará. En estos momentos las urgencias de River son financieras a corto plazo y estamos solucionando esos inconvenientes, el mercado de pases no da tiempo de pensar bien”, advirtió el dirigente. El consejo de fútbol de River está analizando algunas ofertas de ventas, como la de Jonatan Maidana a Puebla de México; la de Manuel Lanzini al fútbol ruso y la de Jonathan Bottinelli a la Universidad Católica de Chile. La idea es conseguir fondos frescos para aliviar la complicada situación financiera del club, no tanto para invertir en contrataciones.