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Han pasado décadas desde el Mundial del ’78 y todavía nadie ha podido encontrar el gol que perdió el futbolista español Julio Cardeñosa, en un partido de la selección española contra Brasil, en la primera fase del campeonato disputado en la Argentina. El Flaco Cardeñosa se metió en la historia del fútbol mundial y cada cuatro años renueva el mito, con aquella jugada inverosímil. Fue el 7 de junio de 1978, a las 13.45, en el estadio de Mar del Plata. Faltaba un cuarto de hora para el final del partido que estaba igualado sin goles, pese al dominio de los españoles. En uno de los tantos avances, Santillana, un extraordinario cabeceador, les ganó en el salto a las manos del arquero Leao, que había salido hacia un costado a buscar un centro, y dejó la pelota muerta en el punto del penal. Hasta ahí llegaba libre de marcas Cardeñosa. El defensor brasileño Amaral había bajado a cubrir el arco, pero en la palidez de su rostro se adivinaba su resignación. Cardeñosa avanzó un par de metros con la pelota dominada y dudó. Disponía de tres metros y medio para colocar la pelota a la derecha de Amaral, otros tres metros y medio para mandarla al otro lado, pero demoró el tiro. Un segundo, dos años, tres siglos, y cuando por fin pensó que había llegado el momento de gatillar apuntó al medio del arco y Amaral puso el cuerpo y recuperó los colores.

El partido terminó sin goles y España quedó a la espera de un milagro para pasar a la segunda fase. En la última fecha los españoles vencieron a los suecos, pero no les alcanzó. Volvieron a casa y aquel gol perdido se empezó a encontrar en todas las leyendas sobre la historia de los mundiales. Casi treinta años después, en el 2007 el cantautor Aarön Sáez le dedicó una canción al no gol. “A mí también me dan de vencedor antes de cada campeonato/ quiebro tu cintura y allá voy/ pero fallo en cada cosa/ y siempre pierdo la ocasión/ yo soy el gol de Cardeñosa.”

El delantero argentino nacionalizado español Rubén Cano se guardó la pelota del partido aquel, firmada por todos sus compañeros. Aseguran que las firmas se borraron el día que España se consagró campeón mundial en Sudáfrica.

Cardeñosa, nacido el 27 de octubre en Valladolid, jugaba de centrocampista, era zurdo, tenía una calidad técnica depurada al estilo del catalán Xavi. Fue líder del Betis de finales de los ’70 y principios de los ’80 (el jugador con más presencias en la historia del club andaluz) e internacional en ocho partidos. Casi todos quedaron en el olvido salvo aquel contra Brasil. Hace poco declaró en un reportaje: “Me recuerdan la jugada en todo momento. Soy más famoso por no haber marcado ese gol que si lo hubiera metido. Son cosas de la vida. Lo que pasa es que tienen más trascendencia porque estamos hablando de un Mundial. Es más, aun con esa jugada, si nos hubiéramos clasificado, no habría pasado nada”.