Seguramente éste que vive Independiente es el momento más decepcionante de toda su campaña en la Primera B Nacional. La derrota como visitante ante Crucero del Norte no sólo posterga sus sueños de ubicarse una vez más en zona de ascenso, sino que el equipo misionero aprovechó el triunfo para superarlo en la tabla de posiciones y ahora, con ocho fechas por disputarse, la tarea se torna más ardua y adquiere visos de dificultad impensados. La delicada situación institucional impide mantener la frialdad y el equipo lo traduce en su rendimiento.

El panorama arrancó prácticamente desde el comienzo, cuando Cálgaro, a la salida de un corner, abrió el marcador para el local. Independiente perdió la calma y se lanzó con todo en busca del empate. Poco a poco fue acorralando a su rival y llegó a la igualdad a través de un tiro libre que ejecutó Daniel Montenegro. Sin embargo, después de una mala salida de Villalba, tras una muy buena combinación entre Cólzera y Olivares, Alvarez volvió a poner en ventaja al equipo misionero.

En el arranque el complemento, Cáceres evitó otro gol de Crucero. Con el control del balón, pero sin profundidad, a Independiente le quedó servida la carta del remate de larga distancia. Probaron Montenegro y Vidal, Penco ensayó con un cabezazo que contuvo Caffa. Con el Rojo jugado al ataque, Crucero encontró espacios para contragolpear y Bruno madrugó a la defensa visitante para mandar un centro atrás que Alvarez transformó en el 3-1 final.

“Lo que más me preocupa son las distracciones, no pueden hacernos los goles que nos hicieron”, se lamentó Omar De Felippe, entrenador de Independiente. “Jugamos un gran partido, creamos muchas situaciones y le ganamos a un rival muy difícil –apuntó Cólzera–. El campo para los contrarios es bravo, eso nos beneficia. Queremos llegar al objetivo de 55 puntos y después veremos.”