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El Independiente de Néstor Clausen fue inteligente, solidario y práctico para vencer a San Lorenzo 1-0 en el Nuevo Gasómetro y convertirse, con un partido más, en escolta de River superando a Boca. Así, los números en la tabla del Clausura le cierran a este Independiente del esfuerzo, aunque el nivel de su juego todavía dista mucho de satisfacer a su público. A San Lorenzo lo afecta la cadena de compromisos tan seguidos y también la grave situación económico-financiera, además de las presiones internas. Anoche, además, el anfitrión lamentó las lesiones de Medero –rotura de ligamentos cruzados, un clásico ya de la desgracia futbolera argentina– y Paredes, mientras que por la crisis desde hace varios partidos extraña al zaguero y capitán Ameli. Con esta caída, el santo quedó a 5 de River.
San Lorenzo fue el dominador vencido del primer tiempo, ya que Federico Insúa, a los 17 minutos, le ganó a Medero tras una serie de imprecisiones en el área –incluso Insúa no le dio a la pelota en primera instancia... – y batió a Sebastián Saja en uno de los escasos ataques de Independiente.
El equipo de Manuel Pellegrini en esa acción sufrió el gol y se quedó sin Medero, que fue reemplazado por Diego Capria.
El local tuvo dos oportunidades en un minuto como para empatar rápidamente el partido, pero el árbitro Héctor Baldassi se equivocó ya que se le escaparon las infracciones dentro del área de Guiñazú contra Franco y –sobre todo– de Villavicencio en perjuicio de Acosta.
En la segunda etapa los de Boedo insistieron en procura de la paridad pero a Independiente le resultó más sencillo contraatacar. La búsqueda de San Lorenzo se vio perturbada por otras dos escenas en las que a Acosta lo derribaron en el área sin que Baldassi cobrara penal.
Matías Vuoso cada vez complicó más a la defensa adversaria. Ingresó por Paredes el mediocampista ofensivo Leonardo Di Lorenzo –Sala le sacó el empate sobre el final–, quien contribuyó a poner en dificultades a los defensores rojos. Así, San Lorenzo luchó sin pausa y se expuso a recibir un segundo y definitivo golpe que no llegó. Aquel gol desprolijo de Insúa hizo la diferencia.