¿Podrá ser que el fútbol del Africa negra esté dejando de ser verde? La revolución que el fútbol africano pretendía imponer, al congeniar un envidiable estado físico con la técnica más imaginativa, viene demorada, pero en Brasil consiguió un resultado histórico: por primera vez en la historia de los mundiales, dos selecciones africanas superan la primera fase de la Copa. Nigeria y Argelia, clasificados para los octavos de final (los últimos, por primera vez en su campaña). Sin embargo, pese al acontecimiento estadístico, el juego no deslumbró y aquellos interesantes equipos de Nigeria ’98 y Senegal 2002 aparecen como hitos aislados de un continente que a nivel futbolístico no termina de despegar en masa pese a los pronósticos.

Un repaso a la historia de los mundiales desde Francia 1998, el primer torneo con 32 equipos en juego y el momento en el que Africa comenzó a contar con cinco representantes –un favor muy bien pagado con votos en la elección de Joseph Blatter al frente de la FIFA en aquel año– muestra que los logros han sido más bien escasos, y por ello se destaca ahora la doble clasificación. Como muestra el cuadro que acompaña esta nota, sólo uno de los cinco equipos del continente pudo superar la fase inicial. Sucedió con Nigeria en 1998, con Senegal en 2002 y con Ghana en los dos últimos mundiales.

Africa apareció en los mundiales en 1970, cuando la FIFA desdobló el grupo clasificatorio Asia-Africa y permitió un clasificado de cada continente. Marruecos no superó entonces la fase de grupos y, cuatro años más tarde, Zaire mostró no estar a la altura de una Copa del Mundo. En 1978, Túnez mostró un tímido avance y, para 1982, cuando la cantidad de equipos pasó de 16 a 24, Africa tuvo dos buenos representantes como Camerún (al que Italia, luego campeón, eliminó sólo por mayor cantidad de goles a favor) y Argelia (al que el Pacto de El Molinón, entre Alemania y Austria, dejó afuera de la segunda fase).

En 1986, Marruecos se convirtió en la primera selección africana en superar la primera fase, lo que logró ganando su grupo sobre Inglaterra, Polonia y Portugal. Desde entonces, siempre un cuadro del continente negro avanzó el esquema de grupos: sucedió con Camerún en 1990 y con Nigeria en 1994. Sin embargo, pese a que en 1998 se amplió la convocatoria de 24 a 32 selecciones y el cupo de Africa pasó de tres a cinco equipos, la medida del éxito no creció: se mantuvo en un solo clasificado. Hasta ahora.

Africa tuvo cinco selecciones en Brasil, pero ninguno de sus entrenadores está en el top-ten de los mejor pagos y tres de ellos –Stephen Keshi (Nigeria, 28º), Volker Finke (Camerún, 31º) y James Kwasi Appiah (Ghana, 32º)– estaban entre los cinco menos remunerados.

El mejor pago de los entrenadores de la región es el serbio Vahid Halilhodzic, a cargo de Argelia, ubicado en el puesto 18º entre 32 y que con un millón de dólares por su trabajo se lleva la décima parte de lo que cobrará Fabio Capello, el técnico de la selección rusa y quien más dinero le sacó a la federación respectiva. Argelia, casualmente, dejó a Rusia fuera de la Copa del Mundo.

Ghana, que superara la primera fase en los dos mundiales anteriores, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, se quedó esta vez afuera. En aquellos torneos, la selección fue dirigida por técnicos serbios, Ratomir Djukovic y Milovan Rajevac; para esta Copa confiaron en uno local, Appiah, ex jugador de la selección ghanesa (aunque no en la época brillante del equipo), que es el técnico peor pago del Mundial.