“Fallaron los de arriba”, fue la explicación de una de las miles de personas que se acercaron ayer al Obelisco para recibir con aplausos a la Selección Argentina, que no se presentó a la cita. Después de aterrizar por la mañana en el aeropuerto de Ezeiza y ser agasajada en el predio de la AFA en esa localidad, el equipo finalmente no apareció por el centro porteño “por cuestiones de seguridad”, según explicaron la AFA y los propios jugadores, después de los disturbios registrados el domingo por la noche. Ayer hubo incidentes menores y aislados, cuando un grupo de personas tiró piedras a la policía, mientras algunos comerciantes cerraban sus negocios.

Desde el mediodía, una hinchada mayormente familiar se acercó a la avenida Corrientes, y a pesar de que el equipo no apareció como todos esperaban, corearon el Himno y cantaron durante horas todos los hits del Mundial: “Brasil, decime que se siente”, “El que no salta es de Brasil”, “El 7 a 1 no se olvida nunca más”, “Brasilero, brasilero, qué amargado se te ve” y muchos otros cantitos de cancha con dedicatoria especial para el clásico rival, el blanco preferido después de que la histórica goleada recibida contra los alemanes hiciera más dulce la gastada por la eliminación en su propio torneo.

“Era para ganarlo, a los brasileños los gastábamos de por vida”, se lamentó un padre de familia que llevó al Obelisco a sus dos hijas y a su esposa desde el partido de San Fernando para subirle el pulgar a la Selección. “Vimos todos los partidos en casa, todos juntos y respetando la cábala hasta la final”, comentó el padre de familia mientras encargaba una hamburguesa al pie del Obelisco.

“No ganamos la final, pero igual estoy contenta y orgullosa de haber salido subcampeones después de 24 años de no haber jugado una final”, resumió Gisela, una madre que llevó a sus dos hijas a festejar el buen papel hecho por Argentina en Brasil con los jugadores, entre los que destacó a Javier Mascherano. “Masche fue el mejor, sin dudas fue el alma del equipo. Ahora tendría que ser el capitán de la Selección y no Messi”, le aseguró a este diario mientras se señalaba el número 14 en su camiseta albiceleste.

Alrededor de las 13.30, la AFA emitió un comunicado explicando que “frente al colapso de las autopistas, y del que pudiera producir en el tránsito habitual en la ciudad un día laboral, las autoridades pertinentes recomendaron que la Selección Argentina se abstenga de ir al Obelisco a saludar”. Más tarde, varios jugadores (Javier Mascherano, Ezequiel Lavezzi, Agustín Orion y Maxi Rodríguez, entre otros) dieron a conocer a través de Twitter las razones de su ausencia: “No fuimos al Obelisco porque debido a los incidentes del domingo a la noche nadie nos garantizó la seguridad para nosotros ni para la gente que se acercó hasta ese lugar. Debido a esto no quisimos poner en peligro la integridad física de nadie”. “Nos fuimos a Brasil y ellos ni siquiera vinieron hasta acá”, se quejó un hincha que retiraba con sus amigos una gran bandera argentina, de vuelta para Florencio Varela, mientras sobre la Plaza de la República empezaba a caer una llovizna que amenazaba la continuidad de la manifestación. Con la aparición del sol, el show continuó hasta pasadas las cuatro de la tarde, cuando finalmente la multitud comenzó a dispersarse, no sin antes cerrar el festejo mundialista pidiendo “un minuto de silencio... ¡para Brasil que está muerto!”

Informe: Santiago Uberti.