Leandro Romagnoli regresó ayer a Buenos Aires después de arreglar su desvinculación con el Bahía de Brasil y se incorporará hoy a los entrenamientos en el Nuevo Gasómetro, pensando en la posibilidad de jugar el próximo domingo ante Banfield, si es que se firman antes los trámites por la desvinculación y el nuevo contrato que el diez tendrá con San Lorenzo. Con el retorno del ídolo del campeón de América y de la comitiva del club de Boedo, que el último miércoles le llevó al Vaticano la Copa Libertadores al papa Francisco, San Lorenzo continuará el camino en el torneo de Primera División y la Copa Argentina que, sin embargo, tiene como principal objetivo el Mundial de Clubes que se jugará en diciembre en Marruecos, ratificado por la FIFA, a pesar de la epidemia de Ebola que sufre el continente africano, y para el que podrá reforzarse a partir de la lesión de Rodrigo Contreras.

“Fue un momento único”, comentó ayer el entrenador Edgardo Bauza sobre su llegada desde Roma, tras la audiencia pública en la que el papa Francisco, quien recientemente sufrió la pérdida de tres familiares a causa de un accidente de tránsito, recibió a la comitiva del club de Boedo. “Lo vimos abatido y cansado. Nos dijo que le dimos dos minutos de felicidad”, confesó sobre el encuentro Bauza, quien a partir de la posibilidad de reforzar el plantel tras la lesión de Contreras ya pidió un delantero de peso en el área rival, teniendo en cuenta las salidas de Ignacio Piatti al Montreal Impact y de Angel Correa al Atlético de Madrid. La primera posibilidad es la llegada de Alejandro “Papu” Gómez, quien no quiere seguir en el Metalist de Ucrania por el conflicto armado que se desarrolla en ese país.

“Que ande gente con metralleta en la calle eso en mi país no lo veo, y no puedo poner en riesgo la vida de mi familia. Un día la pasamos feo, quedamos en el auto con los nenes entre dos bandas”, dijo ayer el ex delantero de Arsenal y San Lorenzo, quien intercambia cartas con los dirigentes del club ucraniano y ya aseguró que lo “seduce mucho San Lorenzo”. La principal barrera que frena su llegada es el tema económico, ya que “el Metalist no quiere préstamos, sólo una venta. Es lógico que quieran recuperar la plata que pusieron por mí pero, en el mercado de hoy, pedir siete millones por mí es una locura”, comentó ayer Gómez en una entrevista televisiva. La alternativa a Gómez es Diego Buonanotte, quien no es tenido en cuenta en el Granada de España y ya estuvo en los planes de otros clubes del fútbol argentino.

Por otro lado, ayer llegó al club de Boedo una oferta del club árabe Al Arabi para comprar el pase del juvenil Héctor Villalba por tres millones de dólares, propuesta que aún no fue respondida por los dirigentes.