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Diego Gabriel Chaves tendrá hoy en Las Vegas acaso la última oportunidad de su carrera de hacerse un lugar en el gran negocio del boxeo mundial. A medianoche y con la televisación en vivo de TyC Sports, el pugilista argentino será rival del ex bicampeón mundial de los welter juniors y los welters Timothy Bradley, en un combate a doce rounds que tendrá lugar en el Hotel Cosmopolitan de la capital del estado de Nevada.

Luego de haber ganado en 2012 el título interino de la Asociación de los 66,678 kg, Chaves (de 28 años de edad y un record de 23 victorias, 19 por fuera de combate y dos derrotas) perdió dos veces en ese alto nivel. En julio del año pasado, Keith Thurman lo noqueó en el décimo asalto en San Antonio y le quitó esa breve porción del campeonato del mundo. Y en agosto de este año, en el mismo hotel donde tendrá lugar la pelea de esta noche, la Joya (tal es su apelativo boxístico) fue descalificado en el noveno asalto ante Brandon Ríos al cabo de uno de los pleitos más sucios y caóticos de los últimos tiempos.

Sin embargo, Chaves no dejó mala impresión ante Ríos. Estaba adelante en las tarjetas al momento de la sanción y hasta la sexta vuelta había dominado a partir de sus piernas ágiles y del buen manejo de su mano izquierda. El poderoso promotor Bob Arum reparó en esa actuación. Y por eso, más allá de aquellas derrotas, decidió renovarle el crédito, aunque elevándole el listón de la exigencia.

Bradley es un boxeador de clase mundial que necesita recobrar la marcha ganadora tras haber resignado este año la corona de los welters de la Organización a manos del gran Manny Pacquiao, a quien ya había vencido en 2011. A los 31 años y con un registro de 31 triunfos (apenas 12 antes del límite) y esa única derrota, Bradley aparece a priori como favorito por su boxeo suelto y veloz de piernas y brazos. Y es precisamente allí donde radica la importancia de la pelea para Chaves.

De ganar, no la hará ante cualquiera, sino ante un rival calificadísimo y se posicionará favorablemente en los primeros planos de la categoría vedette del momento. Si llegara a perder de nuevo, poco le quedará por hacer al argentino en los primeros planos del boxeo mundial.