La industria del juguete facturó entre enero y octubre de este año 124 millones de dólares, superando el record de 123 millones que había alcanzado a lo largo de todo 2013, según informó la Cámara de la Industria del Juguete (CIJ). “El fuerte crecimiento del mercado interno durante la última década fue central para recuperar los negocios de este sector y sobre todo la fabricación local”, aseguró a Página/12 Matías Furió, presidente de la CIJ.

La incorporación de personal calificado, la sustitución de importaciones a favor de los fabricantes locales y la reapertura de pequeñas y medianas empresas fueron algunos de los elementos que sobresalieron en la evolución de esta rama durante la última década. En 2003, tras el colapso del plan de convertibilidad, la producción era inferior a los 28 millones de dólares. Desde entonces viene subiendo todos los años de manera ininterrumpida, habiendo acumulado una mejora del 339 por ciento entre 2003 y 2013.

La expansión del rubro permitió un fuerte incremento en los niveles de empleo local. En 2003 los puestos de trabajo directos en el sector eran apenas 800, en 2005 ya habían trepado a 1035, en 2009 llegaron a 2200, en 2012 a 3419 y este año a 4498. La mayor parte del personal que se incorporó a los establecimientos productivos fueron profesionales calificados, al destacarse ingenieros, diseñadores industriales, matriceros y psicopedagogos. Las firmas que operan en el sector ascendieron este año a más de 200 fábricas, de las cuales 50 por ciento son micro, 32 por ciento pequeñas y el 18 por ciento medianas. El dato requiere observar que la apertura comercial de los noventa, con retroceso del poder adquisitivo de la población, implicó una crisis para este sector, al cerrarse cerca de 130 establecimientos.

El proceso de sustitución de importaciones fue un elemento relevante de la industria del juguete a partir del 2003. Hacia finales de la convertibilidad los fabricantes nacionales explicaban menos del 5 por ciento del negocio, al tiempo que este año alcanzaron una participación del 50 por ciento. “Otro dato clave es que el 99,9 por ciento de los componentes que se utilizan para fabricar los juguetes nacionales también se hacen en la Argentina”, dijo Furió. El arancel del 35 por ciento que se cobra en el Mercosur para las importaciones de los juguetes resultó un instrumento central para promocionar la sustitución, puesto que permitió competir contra fabricantes de China que venden a precios de remate por el bajo costo de la mano de obra.

El grueso de la producción local se destina a abastecer al mercado interno, mientras que el saldo exportable se dirige hacia Estados Unidos, Europa y países de la región. “Uno de los desafíos importantes del sector pasará por ampliar las exportaciones de juguetes. Tenemos el objetivo de elevar la participación de los despachos en el total fabricado del 5 al 15 por ciento en los próximos años, exportando productos de alto valor agregado”, afirmó. La idea de los empresarios es competir a partir de la calidad y el diseño.

La industria del juguete anotó un buena performance en 2014, pese al menor movimiento de la actividad económica. Desde la cámara del sector mencionaron que las tensiones cambiarias de principio de año frenaron algunas ventas, pero que en los meses siguientes el negocio recuperó niveles habituales de comercialización. “Desde el segundo trimestre, cuando se normalizó la situación con el dólar y se frenaron las expectativas inflacionarias, las ventas vienen muy bien”, indicó el titular de la entidad. El sector ya superó las ventas de todo 2013 y, si bien todavía restan las fiestas de fin de año, la expansión no sería mucho mayor porque los datos de producción a octubre contabilizan gran parte de lo que se va a comercializar para esa fecha.

Furió mencionó además que este año los precios de fábrica avanzaron 25 por ciento, donde el valor de un juguete promedio fue de entre 200 y 300 pesos. “Una apuesta con la que trabajamos con el Gobierno es la de implementar el programa Ahora12 en los próximos meses, con el objetivo de estimular las compras de los productos que son algo más caros y requieren crédito”, señaló. A su vez, aseguró que otro de los elementos sobre los que se avanzará es el de barrer los productos que ingresan de contrabando al mercado. Por caso, en 2014 se realizaron operativos conjuntos con la Aduana, encontrando mercadería ilegal por más de 100 millones de pesos.