Los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis, que se encontraban prófugos de la Justicia, se presentaron hoy ante los tribunales de Buenos Aires en el marco de la causa por el escándalo de corrupción en la FIFA. De acuerdo con fuentes judiciales citadas por la agencia estatal Télam, los empresarios argentinos se presentaron de manera voluntaria a las 7:30 de la mañana en el juzgado del juez Claudio Bonadio, tras pasar unos 20 días al margen de la ley.

En el tribunal se les notificó el pedido de extradición solicitado por las autoridades de Estados Unidos, que los acusan de sobornos y lavado de dinero, y luego quedaron detenidos, por lo que fueron trasladados a una cárcel común. Hugo y Mariano Jinkis son propietarios de la empresa Full Play, entidad que quedó bajo sospecha como consecuencia del escándalo de corrupción que motivó la detención de siete altos dirigentes de la FIFA a finales de mayo, en pleno congreso del ente rector del fútbol en Zurich.

Sobre los Jinkis pesaba una orden de captura internacional por presunto pago de sobornos, además de enfrentar causas de lavado de dinero en el país, pero permanecieron prófugos hasta ayer. Esta semana, la Justicia argentina había vuelto a rechazar que el proceso se realizara con padre e hijo en libertad.

El tribunal argentino volvió a rechazar la solicitud de la defensa de exención de prisión con el argumento de que en libertad había riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación. Estados Unidos, el país que lanzó las investigaciones que propiciaron el último “terremoto” en la FIFA, reclama a los Jinkis para que sean juzgados según la ley norteamericana.

Los Jinkis, que rechazan ser extraditados, podrían enfrentar un proceso de extradición en la Argentina, que consta de varios pasos y termina con la decisión del Poder Ejecutivo local. El abogado de Hugo Jinkis pidió, además, la prisión domiciliaria de su defendido, que tiene 70 años, por razones de salud, mientras que el de Mariano Jinkis intentará lograr la excarcelación. Con la entrega de los Jinkis, ya no hay ningún empresario argentino relacionado con el escándalo prófugo. Alejandro Burzaco, ex presidente de Torneos y Competencias, otra de las compañías afectadas, también se había presentado ante la Justicia en Italia días atrás.

Los tres argentinos están involucrados en la investigación de la Justicia de Estados Unidos, que indicó que la firma Datisa –conformada por la brasileña Traffic, Torneos y Full Play– acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos a dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para hacerse con los derechos de televisación de las Copas América de 2015, 2019 y 2023, además de con la Copa América Centenario de 2016. Otros siete altos dirigentes futbolísticos, entre ellos dos vicepresidentes de FIFA, fueron detenidos el 27 de mayo en Zurich por la policía suiza en una operación que sacudió los cimientos del ente rector del fútbol mundial. El escándalo llevó a su presidente, Joseph Blatter, a anunciar su próxima renuncia y convocar nuevas elecciones.