Martes, 21 de julio de 2015 | Hoy
DEPORTES › WASHINGTON Y LA HABANA RESTABLECEN RELACIONES DIPLOMáTICAS DESPUéS DE 54 AñOS
El canciller Bruno Rodríguez encabezó la reapertura de la embajada cubana y pidió al gobierno de Obama que no persiga cambios en su país. John Kerry anunció que estará el 14 de agosto en La Habana para izar la bandera estadounidense.
Estados Unidos y Cuba reanudaron formalmente sus relaciones diplomáticas y la bandera cubana volvió a ondear en la embajada que la isla tiene en Washington. El histórico gesto puso fin a décadas de hostilidades entre los países vecinos. Tres militares cruzaron la puerta de la embajada e izaron el estandarte cubano –rojo, blanco y azul con una estrella– a las 10.36 hora de la capital norteamericana (11.36 de Argentina), bajo los acordes del himno cubano. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, pidió al gobierno de Barack Obama que no persiga cambios en Cuba, algo que, en su opinión, recae en la soberanía de la isla y la voluntad de los cubanos, al tiempo que confió en que los dos países puedan coexistir y cooperar. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció que estará el 14 de agosto en Cuba para izar la bandera de Estados Unidos en la que promete ser otra histórica jornada, esta vez, con la ceremonia de reapertura de la embajada norteamericana en suelo cubano. Kerry aseguró que su país está decidido a tener una relación de buenos vecinos con Cuba y que el reclamo cubano por la devolución del territorio que ocupa la base naval de Guantánamo no forma parte de la conversación, por ahora, entre su gobierno y el de Raúl Castro.
Bajo el calor sofocante de julio, 500 invitados –entre ellos legisladores estadounidenses, funcionarios del gobierno, empresarios y artistas como el actor estadounidense Danny Glover o el cantautor cubano Silvio Rodríguez– siguieron el discurso del canciller desde la nueva embajada, abarrotada en sus tres pisos. Un pequeña multitud de curiosos acompañó la ceremonia en el edificio, una mansión neoclásica de piedra caliza que desde inicios del siglo XX representa los intereses cubanos. Afuera, un grupo de manifestantes gritaba “Viva Cuba”, “Fidel, Fidel” y “Cuba sí, embargo no”, en medio del frenesí de camarógrafos, fotógrafos y periodistas de varios países que cubrían el acto. “No quería perderme este día, es histórico, nunca pensé que viviría este día”, dijo Ralph Patiño, un empresario de Miami, mientras se cubría con la bandera del país caribeño. La enseña era la misma que fue arriada hace 54 años de la sede diplomática, cuando ambos países rompieron relaciones en el contexto de la Guerra Fría, contó el canciller cubano ante una audiencia de invitados que abarrotaban los pasillos de la embajada.
Rodríguez aseguró en rueda de prensa en el Departamento de Estado, tras reunirse con su homólogo, John Kerry, que el gobierno soberano de Cuba debe ser el encargado de liderar los cambios que Washington espera que se den con la normalización de relaciones entre los dos países. El canciller agradeció a la administración Obama por abordar la normalización de las relaciones y por pedir al Congreso que pusiera fin al embargo sobre la isla, decisión que recae en el legislativo norteamericano. Asimismo, aseguró que Estados Unidos mostró respeto por la independencia de Cuba y confió en que el ritmo de normalización de relaciones se dé bajo el principio de soberanía igualitaria, pese a que consideró que será un proceso largo y complejo.
“Hay diferencias profundas entre Cuba y los Estados Unidos en lo referente a nuestra visión sobre derechos humanos, así como temas relacionados con derecho internacional que persistirán inevitablemente”, señaló el ministro de Relaciones Exteriores cubano. Rodríguez asistió a la reapertura de la embajada en Washington 54 años después de la ruptura de relaciones. El canciller consideró que los pasos dados por la Casa Blanca van en la dirección correcta, especialmente las medidas ejecutivas de Obama que alivian ciertas limitaciones a los intercambios entre los dos países. Del mismo modo, aseguró que espera poder dar la bienvenida a Kerry en la visita a La Habana que tendrá lugar el 14 de agosto para asistir al izado de la bandera estadounidense en la embajada.
En la conferencia de prensa con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, Kerry confirmó que en la segunda semana de agosto hará su primer viaje a Cuba. “El 14 de agosto tendré el honor de izar la bandera estadounidense en nuestra embajada en La Habana”, escribió el secretario de Estado en su cuenta de Twitter. Kerry será el primer jefe de la diplomacia norteamericana que visita la isla desde 1945. “Los Estados Unidos ven con beneplácito el nuevo comienzo de su relación con el pueblo y el gobierno de Cuba”, manifestó el funcionario de la Casa Blanca, en declaraciones en español ante los medios en Washington. Y afirmó que es el deseo del gobierno de Obama que todos los ciudadanos en los Estados Unidos y en Cuba miren hacia el futuro con esperanza.
“Por ello celebramos este día, el 20 de julio, porque hoy empezamos a reparar lo que se ha dañado y a abrir lo que durante demasiado tiempo ha estado cerrado”, subrayó. Washington y La Habana retomaron sus relaciones como parte de un histórico acercamiento presentado el 17 de diciembre por Barack Obama y Raúl Castro. En el marco de ese proceso, los presidentes de Estados Unidos y Cuba celebraron en abril una inédita reunión bilateral en Panamá.
“No sé lo que pasará en un futuro, pero por el momento, eso no forma parte de la conversación por nuestra parte”, dijo Kerry en referencia al pedido que el gobierno cubano encabeza para que Estados Unidos devuelva el territorio que ocupa con una base naval en Guantánamo. El ministro de Exteriores cubano recordó durante la conferencia de prensa la posición del gobierno de Raúl Castro: la normalización de las relaciones no podrá completarse hasta tanto Estados Unidos levante definitivamente el embargo que mantiene sobre Cuba y devuelva el territorio que ocupa en la isla.
Washington evitó incluir el tema Guantánamo en las negociaciones para restablecer las relaciones con Cuba; por el contrario, no demostró estar abierto a devolver el territorio alquilado en la isla, pese a la promesa de Obama de hacer esfuerzos por cerrar la prisión. Kerry dijo que con Rodríguez hablaron sobre cómo avanzar eficazmente en la relación, quizá –deslizó– con la creación en un futuro de un comité bilateral.
La Casa Blanca aseguró que con la apertura de embajadas en las respectivas capitales, los diplomáticos estadounidenses tendrán la capacidad de relacionarse “de forma más amplia” en toda la isla “con el gobierno cubano, la sociedad civil y cubanos de a pie”, según un comunicado difundido ayer por el vocero de Obama, Josh Earnest.
En lo que antes fuera la sección de intereses y ahora es la Embajada de Cuba en Washington, muchos cubanos y estadounidenses brindaron con un mojito por algo que hace apenas unos meses nadie podía imaginar: la puesta en marcha de una relación diplomática sin trabas entre los dos enemigos de la Guerra Fría.
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