Sábado, 19 de diciembre de 2015 | Hoy
DEPORTES › CARLOS BILARDO HABLó SOBRE EL PRESENTE DEL FúTBOL ARGENTINO
El entrenador campeón del mundo en México 86 no es optimista por la situación que se está viviendo en la entidad. “Toda división es mala, sería mejor que estuvieran unidos, si no, hay que ir a elecciones”, dijo.
Por Leonel Lenga
–¿Cuál es su opinión de todas las desprolijidades que está viviendo la AFA en este momento?
–A mí me parece que está mal porque tiene mucha repercusión en el mundo. A mí me llamaron de Italia, de España, de Colombia, de México, a ver qué es lo que pasaba. La verdad, dije, no sé lo que pasa. Hay dos listas, pero la interna la desconozco porque no hablé con nadie. Ni con uno ni con otro.
–¿Hay alguno de los dos que sea de su preferencia?
–No, no, no digo nada porque los conozco a todos. Son como ustedes los conocen, yo no puedo decir en este momento cómo son, porque los conozco desde hace mucho tiempo.
–¿Pero le parece que la AFA está bien ahora o necesita un cambio?
–La AFA, en fútbol, estuvo primera en el ranking mundial durante mucho tiempo. A nivel selecciones anda bien, a nivel equipos anda bien. Lo único que me pueden decir, que escucho, es que no hay seguridad. Y bueno, ¿qué querés que haga la AFA? Ese no es el trabajo de la AFA. El traslado, la gente en el estadio... El Tribunal de Penas, los árbitros, ¿qué querés que haga, que luche contra la televisión? Yo conozco conductores de programas, buenos conductores, que se equivocan cuando hablan y siguen. Dicen perdón y siguen. Nadie se da cuenta. Acá te equivocás en el fútbol y te repiten la jugada diez veces.
–Por lo tanto, ¿para usted el escenario en la AFA no es tan crítico?
–Es crítico por la separación que hay, por la división que hay. Toda división es mala. Sería mejor que estuvieran unidos. Pero si no se puede, hay que ir a elecciones.
–Pareciera que a Julio Grondona nadie se le animaba y desde que no está muchos se atreven a dar a conocer sus posturas.
–El que no se le animaba a Julio se tiene que ir, para mí.
–Pero se tendrían que ir todos...
–Y no sé, si vos decís de esa forma, que a Julio no se le animaban. Yo me hubiera ido. Le hubiera dicho “Julio hay que hacer esto” y si me decía que no “quédese usted que yo me voy”. Ahora si no lo dijeron, ¿qué se le va a hacer? Una vez que una persona no está, no está. Es lo mismo que yo me quisiera quejar del director de la radio. Me tengo que quejar hoy, no cuando me voy. Cuando me voy es fácil.
–La situación caótica de la dirigencia del fútbol no parece exclusividad de la AFA sino que se extiende a la FIFA, donde la investigación de Estados Unidos desató una trama de corrupción y coimas millonarias. ¿Qué se debería hacer en el organismo rector del fútbol mundial?
–Lo que se está haciendo. Todos están siendo investigados y si cometieron delitos tendrán que ir detenidos. Lo mismo que podría pasar acá con el gobierno. Hablan todo el día de delito, delito, delito. Si yo no hice nada salgo y digo que son mentirosos. Te hago un juicio y comprobame que hice algo. Pero nadie dice nada.
–¿Hay algún candidato ideal para ocupar el puesto de Joseph Blatter en la presidencia?
–Es difícil y te voy a explicar por qué. Alberto J. Armando fue para mí un gran presidente en Boca. Pero él manejaba su parte económica muy bien y en Boca le costó. A Rafael Pérez Roldán (1964) en Deportivo Español también. A todos los grandes empresarios les costó trabajar en los clubes. Y en la FIFA pasa lo mismo. Se presenta mucha gente y después no pueden. Hay que tener en cuenta que en algún momento había gente que venía bien y después no pudo. Antes opinaba América y Europa. Después empezó a hacerlo toda la parte de Centroamérica. Más tarde Japón, China, Corea, que son muchos millones. Así todo está muy dividido porque son muchos los que opinan.
–Usted que lo conoce a Blatter, ¿qué referencias podría darnos de él?
–Yo voy a la FIFA porque soy miembro del Comité de Fútbol. Ahora en enero tengo que ir. Se hacen tres congresos de técnicos por año, después tres de árbitros y tres de dirigentes. Blatter conmigo siempre se comportó bien. En los Mundiales bien. Y eso que estoy desde hace años, desde el 83.
–En Estudiantes, una institución que conoce como la palma de su mano, se produjo nuevamente un cambio de entrenador. Primero fue Pellegrino, luego Gabriel Milito, ambos bajo la presidencia de Verón. ¿Le parece que fueron acertadas sus salidas?
–Yo no estoy en La Plata, no lo vivo día a día como eran antes, donde lo vivía de cerca. Te puedo hablar de todas las épocas mientras me tocó estar. El que va a la cancha, a todos los partidos, es mi hermano. Yo dejé de ir, lo hago cada tanto. Ahora no sé lo que pasa en La Plata, que es una ciudad especial. Hay que estar ahí para saber lo que pasa. De afuera se lo ve normal. Y los partidos que dan por televisión, por los días y horarios, no los puedo ver todos.
–¿Y qué le genera que Juan Sebastián Verón sea el presidente?
–Nada, nada. Fue, se presentó, ganó y ahí está.
–¿Le gustaría volver al club?
–Como hincha voy. Soy socio de Estudiantes. Pero cargos no, ya está. Así estamos bien. Voy a verlo porque tuve la suerte de estar en el Estudiantes de (Osvaldo) Zubeldía y bajo la presidencia de (Mariano) Mangano. Mi carrera futbolística arrancó en San Lorenzo, pero mi coronación fue en Estudiantes. Cuando llegué al club no teníamos lugar a donde entrenar. Había que hacerlo en El Bosque. Se compró el country, después se compró otro poco más y ahora tiene todas las hectáreas que ustedes conocen. Y esto se hizo con el dinero y la recaudación de las copas, las tres Libertadores y la intercontinental. Luego se continuó construyendo, pero ahora es difícil. Lo mismo con la Selección, cuando me tocó entrenar a mí lo hacíamos en la cancha de Deportivo Español o en Vélez. Con el tiempo finalmente se alquiló el predio de Ezeiza y se construyó, también, con el dinero que se logró conseguir.
–¿A qué le parece que responde la llegada de tantos técnicos nuevos y jóvenes?
–Hay que ver, son pruebas. Muchos son técnicos que salieron del club, aunque no siempre duran. Están menos de un año algunos y después los sacan y ponen a otro. No sé si les pagan, no voy a estar averiguando eso. Se debería pagar todo lo firmado, pero desconozco por cuánto arreglan. Si uno no tiene trabajo y quiere empezar como técnico lo hace aunque le ofrezcan poco. Total, si le va bien, le van a tener que renovar por más dinero.
–Se consiguió el segundo puesto en el Mundial y en la Copa América, ¿qué evaluación le merece, considerando que siempre hizo un culto al triunfo?
–Bien, creo que están bien. Está dentro de las posibilidades, yo no tengo medalla del segundo puesto, no la quise. La del primer puesto sí. No es tampoco una mala ubicación. Yo digo que el segundo es el mejor de los perdedores. Lo digo porque me lo enseñaron profesores de hace muchos años, de historia, de geografía. Decía “murió el 14 de noviembre de 1860” y me contestaban “no, el 15”. Había que ser preciso. Eso me lo transmitieron ellos. Lo mismo en cirugía por un poquito de diferencia no era lo mismo.
–¿Y qué falta para dar el zarpazo y conseguir el ansiado primer puesto que tanto se viene postergando?
–Siempre te falta algo. Tenés que salir campeón del mundo. Faltó ganar nada más, si ganas sos campeón del mundo. Con Chile los fui a ver y jugaron bien. Con Alemania también jugaron bien. Pero la gente no se acuerda de eso, ¿viste? Cuando ves televisión vas a ver los goles del campeón. Siempre. Cuando aparece la película es la película del campeón. Y los pibes viven de eso. Además de que cuando salen segundos los chicos se cargan en la escuela, ya desde los seis años.
–¿Qué opina de Lionel Messi?
–Es el mejor. De los últimos años es el mejor lejos. Lo ubico entre los mejores de la historia. Yo vi jugar a Alfredo Di Stéfano, a Pelé, a Maradona y a Messi. Para mí los cuatro fueron los mejores, cada uno de su época.
–¿Y le parece que el hecho de ganar o no la Copa del Mundo lo haría escalar a Messi en este ranking?
–No, si la gana mejor. Pero como jugador marcó una época. Mi padre te agregaría a (René) Pontoni. Otro podría sumar a (Angel) Labruna o (Félix) Lousteau. Eso depende de la edad de cada uno.
–Se cumplieron 45 años desde que jugó su último partido como jugador profesional. ¿Cuánto cambió el fútbol desde ese momento a esta parte?
–Tácticamente muy poco. El último cambio táctico lo hizo Argentina, fue el 3-5-2. Así salió en los diarios ingleses. A mí me criticaban porque no ponía wings y yo escucho ahora a los relatores y comentaristas que no dicen más wing. Tampoco marcador de punta, hablan de laterales. También ha cambiado la parte física y la parte técnica. Es lógico, antes se jugaba en la calle, en la plaza y en los campos que había. Ahora un terreno al lado de una casa vale una fortuna, ya no hay terrenos libres.
–Por último, ¿para el Mundial de Clubes a quién ve como favorito para la gran final?
–Es muy difícil saberlo, lo dicen los propios jugadores.
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