La Copa Libertadores arranca una nueva edición marcada por la presencia de la mayoría de los equipos grandes del fútbol argentino, así como por los escándalos de la Conmebol, que acaba de designar su tercer presidente en un año. Sólo Independiente faltará a la cita continental, aunque Huracán y Racing deberán sortear la primera fase para acceder a la zona de grupos. Precisamente el conjunto dirigido por Eduardo Domínguez debutará esta tarde, a las 19.30, ante Caracas de Venezuela. Lo hará de local, en el estadio Tomás Adolfo Ducó, en un encuentro que contará con el arbitraje del chileno Patricio Polic y que será televisado por Fox Sports.

El certamen más importante del continente contará con 32 equipos de Sudamérica y México. Sumado a los equipos más fuertes del país estarán los colosos de América, como los brasileños Corinthians, Atlético Mineiro y San Pablo; los uruguayos Peñarol y Nacional; los colombianos Atlético Nacional e Independiente Santa Fe, junto a los paraguayos Cerro Porteño y Olimpia. Lo que seguramente lo hará más atrapante y le dará repercusión. Afuera de los campos de juego sobresale la asunción del paraguayo Alejandro Domínguez al frente de la Confederación Sudamericana de Fútbol. El dirigente reemplazó a Juan Angel Napout, con prisión domiciliaria en Estados Unidos tras pagar una fianza millonaria, y al uruguayo Wilmar Valdez, quien había tomado las riendas provisoriamente. La trama de corrupción que desató la Justicia estadounidense por el pago de sobornos millonarios también afectó a los dos directivos anteriores, quienes están detenidos en la actualidad: Eugenio Figueredo, en una prisión en Montevideo, y el paraguayo Nicolás Leoz, en su domicilio en Paraguay.

Por si fuera poco, hace menos de un mes los grandes de Latinoamérica se unieron para crear la Liga Sudamericana de Clubes de Fútbol, exigiendo a la Conmebol mayores contrapartidas económicas por los nuevos derechos de televisión, mayor participación en las decisiones económicas de la organización y más transparencia en la gestión.

Por su parte, el elenco de Parque Patricios, luego de alcanzar la final de la Copa Sudamericana, aspira a dejar una buena imagen en el torneo que inaugurará. Su objetivo inicial pasa por encarrilar la serie de local para definirla una semana después en Venezuela y clasificar al Grupo 4 que compartiría con Peñarol, Atlético Nacional y Sporting Cristal. En busca de ese objetivo Domínguez contará con la mayoría de jugadores que llegaron al partido decisivo ante Independiente Santa Fe y que rozaron la hazaña.

Nuevamente apelará al 4-2-3-1 y los refuerzos tendrán su chance: Matías Fritzler entrará en el lugar donde lo hacía Federico Vismara, transferido a Racing; Diego Mendoza por Ramón Abila, quien debe cumplir una suspensión de tres fechas, y Carlos Araujo podría jugar en el lateral derecho de la defensa que le pertenecía a José San Román. Aunque no está confirmado.