DEPORTES › BOCA JUGO UN MAL PARTIDO Y PERDIO 1-0 CON COLO COLO EN SANTIAGO
Noche negra para olvidar prontito
El equipo de Bianchi arrancó bien, pero a partir del gol de Henríquez se descompensó y terminó redondeando una de sus peores actuaciones del año. Igualmente, con un empate ante Bolívar en la Bombonera se clasificará para los octavos de final.
Un mal partido para olvidar rápido. Así se podría calificar el paso de Boca por Chile. Es que el conjunto de Carlos Bianchi mostró su peor rendimiento del año y cayó 1-0 ante Colo Colo, por un gol de cabeza de David Henríquez. Más allá de la derrota, Boca sigue como líder de su zona con nueve puntos, junto con Bolívar, rival al que recibirá el 21 en la Bombonera. Con un empate en ese encuentro, el equipo de Carlos Bianchi se adjudicará la zona, mientras que los bolivianos se quedarían con la segunda posición.
En el arranque, nada hacía suponer lo que sucedió unos minutos más tarde. Es que desde la presencia de Vargas en el medio y la potencia de Tevez arriba, Boca amagó con llevarse por delante a su rival. Incluso generó varias situaciones de peligro frente al arco de Bravo, que respondió cada vez que lo requirieron. Pero como el conjunto argentino no acertó en ese pasaje para abrir el marcador, un rato después lo pagó muy caro. Es que luego de ese primer pasaje adverso, Colo Colo comenzó a equilibrar el desarrollo. Ya dividía la tenencia de la pelota y a partir de la pegada de Espina comenzó a inquietar al fondo de Boca, que no respondió con la solidez habitual, sobre todo Burdi- sso, muy lejos de su verdadero nivel. Para que el panorama para Boca se complicara todavía más, un error del fondo motivó que el conjunto chileno pasara a ganar y se agrandara anímicamente. Espina ejecutó un tiro libre desde la derecha, Burdisso falló en el cálculo y por detrás de todos apareció Henríquez para meter un frentazo que se coló por arriba de Abbondanzieri.
Con la ventaja, Colo Colo mostró su mejor imagen, lejos del equipo timorato y nervioso del principio. Se asentó en el medio, presionó arriba y generó varias situaciones para aumentar la ventaja. De esa manera desnudó un montón de falencias en la última línea boquense. Llamativamente, el equipo de Bianchi se mostraba desorientado y desconcentrado, como si estuviera desbordado por lo que pasaba en el terreno. Para colmo, en cada contragolpe dejaba la impresión de que podía ser vulnerado.
Sin embargo, más allá de los numerosos errores, Boca también lastimaba en el ataque. Ante una defensa endeble, los visitantes inquietaban seguido. Una maniobra de Barros Schelotto, que dejó a dos rivales en el camino y habilitó a Caneo, pudo ser la igualdad, pero el rionegrino desvió el remate desde una posición inmejorable. A medida que transcurrían los minutos, Boca perdía cada vez más claridad, al tiempo que seguía descompensado. Y ni siquiera tuvo suerte, porque en la última jugada casi empata, pero el cabezazo de Schiavi rebotó en el palo. Por eso, con semejante noche negra, no le cabía otra opción que la derrota. Lo bueno es que con un empate ante Bolívar olvidará la noche negra de Santiago.