DEPORTES › GUILLERMO CORIA Y GASTON GAUDIO DEFINEN EL TORNEO DE ROLAND GARROS

Como si fuera el patio de sus casas

Será la primera final de un Grand Slam entre dos argentinos. Si gana el Mago, quedará al frente de la Carrera de Campeones. Si vence el Gato, se ubicará décimo en el ranking. Va por América y ESPN desde las 10.

Por Sebastián Fest
Desde París

Gastón Gaudio o Guillermo Coria: uno de los dos se llevará hoy el título de Roland Garros, en el que ya es el fin de semana más glorioso en la historia del tenis argentino. “Es el último día, no aguanto más, ¡parece que estuviera acá desde hace cuatro años!”, comentó ayer un Gaudio ansioso por jugar el partido de su vida. “Quiero ganar Roland Garros, que es mi sueño, y después mi meta va a ser el número uno del mundo, aunque antes quiero la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas”, señaló sin esconder su ambición Coria, que parte como claro favorito para la final.
Se miden el número tres del mundo –Coria– y el número 44 –Gaudio– en la primera final argentina en la historia de los Grand Slam. Potencia tenística por cantidad, Argentina explotó en dos semanas parisinas como potencia por calidad, ubicando a cuatro jugadores en cuartos de final y a tres en semifinales. Sólo siete países en la era del tenis abierto –desde 1968– lograron disputar una final “nacional” de un “grande”: Australia, España y Estados Unidos lo habían hecho en Roland Garros, y Checoslovaquia, Alemania y Suecia, en los otros torneos.
Es la décima final de Grand Slam en la que hay argentinos: las ocho primeras contaron con Guillermo Vilas, que ganó cuatro títulos, y pasaron 20 años hasta que David Nalbandian devolvió a Argentina a una final de las grandes, en Wimbledon 2002. Habrá 860.000 euros en juego y quien pierda se llevará la mitad. Pero si en algo no pensaban Coria y Gaudio ayer era en el dinero.
Coria, de 22 años, ambiciona un título que lo obsesiona desde hace años, pero especialmente desde hace doce meses, cuando el holandés Martin Verkerk le cortó el camino a una final que veía a un paso. Gaudio, de 25, sabe que tiene una oportunidad única. Su juego siempre insinuó que estaba para algo grande en París, pero debió ganar seis partidos hasta la final para convencerse de que la gloria es posible.
¿Por qué es favorito Coria? Porque los números no mienten: no sólo es el número tres del mundo, también cuenta con un notable balance de 23 triunfos contra sólo dos derrotas en los choques con argentinos. Una de esas dos caídas fue en los cuartos de final de Buenos Aires 2001 ante Gaudio, al que derrotó tres de las cuatro veces que lo enfrentó. Coria lleva además una racha de 22 triunfos sobre arcilla en 2004 y apenas una derrota, ante el número uno del mundo, Roger Federer. Gaudio ganó 18 partidos y perdió nueve. Coria ganó dos títulos –Buenos Aires y Montecarlo–, en tanto que Gaudio sólo llegó a la final de Barcelona. Además, Coria llega con menos desgaste, 11:47 horas de juego contra 16:11 de Gaudio. Y los datos siguen: si Gaudio gana el torneo, será el primer hombre que llega al título sin ser cabeza de serie desde que el brasileño Gustavo Kuerten lo hiciera en 1997. También sería el cuarto jugador con peor ranking en los últimos 36 años en ganar un Grand Slam.
Ajenos a la marea de estadísticas, Gaudio y Coria imaginan la final. “En una final puede pasar cualquier cosa, pero seguro que va a ser un partido durísimo y muy largo, vamos a tener que correr mucho los dos para ganar el campeonato”, pronosticó Gaudio con cara de mucho sueño. “Con tal de ganar, estoy dispuesto a jugar siete sets. Ojalá sea un partido entretenido que pueda disfrutar mucho Argentina; los dos crecimos mucho como jugadores en el último año”, señaló Coria, a quien pocas veces se lo vio más relajado en el torneo que ayer.
Si Coria conquista su primer título de Grand Slam, la “carrera de campeones” de la ATP lo mostrará el lunes como el mejor jugador de la temporada, aunque no se moverá del tercer puesto del ranking mundial. Si el campeón es Gaudio, ascenderá al décimo lugar, que se convertirá en decimoquinto si pierde. Desde el palco oficial observarán Guillermo Vilas –de cuyo título en 1977 se cumplieron ayer 27 años–. Abajo, sobre el rectángulo naranja más codiciado del Bois de Boulogne, dos argentinos darán forma a una final albiceleste que hace un tiempo era ciencia ficción, pero que en los próximos años podría transformarse en costumbre.

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Gaudio y Coria posan con la estatua de Jacques Brugnon, uno de los históricos mosqueteros.
El ganador del partido de hoy sucederá a Vilas luego de 27 años del título del marplatense.
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