DEPORTES › RIQUELME VOLVIO A ENTRENARSE TRAS SU ODISEA
Pongamé, Maestro, pongamé
Tabarez decidirá hoy si lo incluye entre los titulares para jugar mañana ante Unión, pero se descuenta que jugará. El volante participó de un picado de 20 minutos y quiere estar.
Fue uno de los primeros en llegar a Casa Amarilla, pasadas las 9.20, con la todoterreno negra que se tanto vio por TV en los últimos dos días, por motivos que nada tuvieron que ver con el fútbol. No habló, como casi siempre hace, pero esta vez tenía menos ganas que nunca. Participó durante 25 minutos del picado y luego se retiró a un costado a dialogar con Oscar Tabárez:
–¿Cómo está, Román?
–Bien, Maestro, bien. El domingo quiero jugar...
–Vamos a ver...
Juan Román Riquelme volvió a su vida normal después de haber piloteado con éxito el rescate de su hermano Christian, secuestrado el martes, por el cual habría pagado unos 160 mil dólares. Su vida normal tiene como meridiano el fútbol, y por esa razón regresó tan pronto. Tabárez no lo confirmó para el partido de mañana, contra Unión, en la Bombonera, pero se descuenta que lo hará hoy. Por lo pronto, Riquelme volverá esta tarde a la concentración, la misma que abandonó sorpresivamente el martes por la noche cuando supo del secuestro.
“Román se está recuperando de una instancia dificilísima –explicó Tabárez una vez que el jugador se marchó de la práctica–. Tenemos la expectativa de que lo más rápido posible pueda estar en condiciones de jugar, pero no es nuestra intención apurarlo. El equipo lo decidiré mañana (por hoy)”.
El partido fue ganado por el equipo titular, que venció 2-0 a los suplentes, con goles de Burdisso y Delgado. “No creo que el entrenamiento sea una valoración decisiva”, indicó Tabárez, quién consideró que fueron pocos los minutos de fútbol que sólo sirvieron para delinear la táctica a usar contra Unión.
Pese a que en los últimos dos días no pudo entrenarse a causa de la odisea vivida, Riquelme se mostró en buena forma física. El domingo pasado, el talentoso volante había regresado a la Primera, después de estar parado durante tres semanas, a causa de una lesión. De confirmarlo entre los titulares, Tabárez aprovechará el hueco que le dejó el juvenil Carlos Tévez, que fue expulsado el miércoles en el partido frente a Huracán.
Marcelo Delgado, el compañero que más cerca estuvo de Riquelme en las horas difíciles que le tocó vivir, cumplió la fecha de suspensión que se le había impuesto e ingresará en lugar de Ariel Carreño. Boca, que ganó los últimos cuatro partidos del Clausura, formaría con Abbondancieri; Calvo, Burdisso, Schiavi, Rodríguez; Battaglia, Traverso, Pérez, Riquelme; Delgado, Bracamonte.
“En el fútbol argentino no hay partido ganado antes de jugar –opinó Tabárez acerca del encuentro de mañana–. Nos vamos a encontrar con un rival que va a tratar de limitarnos, de ponernos trabas y dependerá de nuestra actitud para encarar el partido. La responsabilidad en este cotejo la tiene, indudablemente, Boca”, acotó. Si se confirma la presencia de Riquelme entre los titulares, la expectativa de los hinchas será, entonces, doble: por tributarle un homenaje a su ídolo y por mantenerse en la carrera por la conquista del título, que no está definida.