DEPORTES › GALLEGO-MERLO, UN DUELO HISTORICO QUE SE REEDITA

La pelea del Tolo y Mostaza

El Apertura los muestra nuevamente en lucha como en 1981, cuando empezaron a pugnar por la camiseta 5 de River. Parece que otra vez ganará Gallego.

Por Daniel Guiñazú

Hubo un tiempo en el que Américo Gallego y Reinaldo Merlo fueron tan rivales dentro de la cancha como lo son hoy fuera, uno como técnico de Newell’s y el otro como entrenador de Estudiantes. Hubo una vez en la que, como ahora, los dos competían, pero sólo uno podía ganar. La definición del torneo Apertura que los tiene como protagonistas y aspirantes al título es un buen pretexto para poner en marcha la memoria y recordar lo que sucedía hace 20 años, cuando los dos se sacaban chispas en cada partido para quedarse con la camiseta número cinco de River.
Gallego llegó desde Newell’s a reforzar el equipo de River para el Nacional de 1981 junto con Enzo Bulleri, cuando atravesaba el mejor momento de su carrera. Menotti lo consideraba indispensable como volante central de la Selección que alistaba para defender el título del ’78. Pero la incorporación, dispuesta unilateralmente por el entonces presidente Rafael Aragón Cabrera, llamó la atención. Aunque todos los años le traían un jugador para pelearle el puesto (Ramiro Pérez, Cierra, Carranza, Raimondo, Russo, Pitarch), Merlo era titular desde 1969 y venía de ganar seis campeonatos dirigido por Angel Labruna. Además, la hinchada lo tenía entre sus predilectos como el vértice esforzado y gritón de ese mediocampo histórico que integraba junto con Juan José López y Alonso, y el nuevo entrenador, Alfredo Di Stéfano, no había solicitado su reemplazo.
De todos modos, a la hora de armar su equipo, Di Stéfano optó por Gallego y mandó a Merlo al banco. River ganó ese Nacional ’81 sin lucir, con un estilo especulativo y contragolpeador. Gallego jugó 15 partidos y Merlo sólo 9, entrando generalmente en los segundos tiempos para asegurar los resultados. Al término del certamen, Alonso fue vendido a Vélez, J.J. López quedó libre y Labruna se lo llevó a Talleres de Córdoba. Merlo tuvo más suerte: pudo permanecer en el club.
En el Nacional ’82, el panorama cambió por un hecho fortuito: como Gallego se incorporó al seleccionado argentino que se preparaba para la Copa del Mundo de España, Merlo no tuvo competencia como volante central, pero duró poco la ilusión: River quedó eliminado en la primera fase del torneo. Vladislao Cap asumió en lugar de Di Stéfano como técnico riverplatense para el Metro ’82 y, en principio, optó por Merlo en el torneo local. En la Copa Libertadores los puso a los dos, pero su muerte prematura no le permitió profundizar su proyecto. Su sucesor, José Manuel “Pistola” Vázquez, mantuvo el diseño sin demasiado éxito: River se quedó afuera en la segunda fase de la Copa y vegetó en el Metro, en el que terminó décimo con 34 puntos, a 20 del campeón, Estudiantes, dirigido por Carlos Bilardo. Merlo jugó 25 de los 38 partidos de ese campeonato y la revista El Gráfico lo distinguió como uno de los tres mejores volantes centrales. Gallego participó en 18 encuentros, algunos de ellos como segundo marcador central.
José Varacka llegó a River a principios del ’83 y decidió alternar al rubio de pelo largo y al morocho de cabello motoso, de quienes por entonces se decía que estaban más que enfrentados y que hasta habían llegado a trompearse en el vestuario luego de una práctica. En el Nacional arrancó jugando Merlo, después siguió Gallego, hubo partidos en los que estuvieron los dos, pero nada sirvió: el equipo quedó marginado por Argentinos Juniors, al que conducía Angel Labruna. En el Metro, el plantel profesional entró en conflicto por deudas y los dos pasaron largas fechas sin jugar. Cuando regresaron, las derrotas le dieron forma a la peor campaña del club en el profesionalismo: River sumó 30 puntos, terminó penúltimo a 19 puntos del campeón Independiente y hubiera descendido de no haber estado vigentes los promedios.
En diciembre de 1983 hubo elecciones en River: Hugo Santilli fue electo nuevo presidente, llegó Luis Cubilla como técnico y Merlo volvió a ser titular en el Nacional ’84. Pero la competencia fue, todavía, más dura que antes: no sólo tuvo que pelear el puesto con Gallego, sino también con Julio Olarticoechea, quien disputó varios encuentros como volante central.Cubilla renunció luego de una derrota por 5 a 1 ante Unión en Santa Fe, llegó Veira en su lugar y fue claro: el titular debía ser Gallego, quien jugó 21 de los 38 partidos del Metropolitano que se impuso Argentinos Juniors. Merlo se puso la camiseta de River por última vez el 23 de diciembre de 1984. Ese domingo fue al banco en el Monumental ante Unión y Veira no dispuso su ingreso.
A fines de ese año, el presidente Santilli le comunicó a Merlo que no le renovarían el contrato para 1985. En ese momento, Mostaza decidió su retiro luego de 15 años y 499 partidos en Primera en los que siempre vistió la camiseta de River. Gallego siguió jugando con la satisfacción de haberse quedado con el puesto que tantos habían pretendido. Fue campeón de todo en 1986 y recién hizo abandono del fútbol en 1988, cuando Menotti se hizo cargo de River, donde, a lo largo de 7 temporadas, llegó a disputar 181 encuentros.

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