DEPORTES › VENCIO 2-0 A INDEPENDIENTE EN SALTA
Boca se durmió sonriendo
El DT Benítez estaba malhumorado por la novela del suizo Yakin, pero los goles de Palacio y Escalada le cambiaron el humor.
Pese a la diferencia de jerarquía entre un equipo y otro, porque Independiente formó con tantos suplentes que hasta tuvo un DT alternativo (Norberto Outes, porque Menotti se fue con los titulares a hacer la pretemporada a Chapadmalal), a Boca le costó todo un tiempo horadar el arco del único titular que puso el equipo de Avellaneda, Carlos Navarro Montoya.
Los pibes del Rojo tuvieron la frescura del arranque, aunque pronto Boca se hizo dueño de pelota, territorio y partido. Sin embargo, el control de la escena no se traducía en ventaja efectiva. El brasileño Baiano, que debutaba en el equipo de la Ribera, pegaba más de lo que jugaba (y debió irse expulsado) y los delanteros no recibían con claridad y espacios como para marcar la diferencia.
Pero llegó un tiro libre, bombeado, ejecutado desde la derecha por Baiano, un rechazo defectuoso en el área, y una chilena vertiginosa de Rodrigo Palacio, que la cruzó con la derecha al palo izquierdo de Navarro Montoya.
En el complemento, Independiente estuvo muy lejos del arco de Medrán y se desaprovechó las pocas situaciones que tuvo a causa de la inexperiencia de los chicos. Boca se retrasó en el campo para manejar el resultado a su antojo. Un cabezazo de Escalada, que había entrado por Donnet, puso el 2-0, tras centro de Delgado.
La victoria, al menos, sirvió para endulzarle alguna porción de la amarga noche que vivió al entrenador de Boca, Jorge Benítez, que ayer merendó unos tragos de realidad que le sirvió la dirigencia de Boca con la contratación inconsulta del suizo Hakan Yakin. “Me gusta que me consulten, y no es que no me guste el jugador, sino que no me hayan avisado, y por eso no sé qué voy a hacer”, dijo ayer Benítez, sugiriendo la posibilidad de una medida drástica. “No voy a tomar una decisión apresurada, voy a pensar bien qué voy a hacer.”
La llegada del suizo Yakin huele más a mercadotecnia (como el japonés Takahara o el chino Li Yao, que llegaron gracias a la peregrina idea de “abrir nuevos mercados para Boca”) que a otra cosa y por eso Benítez sorprendió admitiendo públicamente lo que pensaba, lo que quizá no esperaban los dirigentes que cerraron la operación.“Lo vi en videos, pero no sabía que estaría llegando el jueves (por mañana) –se quejó el entrenador–. Prefiero un jugador que sienta el fútbol argentino, que tenga pasión por la camiseta. No puedo perder tiempo y necesito a alguien que ya esté adaptado.”