DEPORTES › ROSARIO VENCIO 3-1 A SAN LORENZO, QUE SE FUE SILBADO
Central invita a la ilusión
Con dos golazos de Pablo Vitti y otro de Monges, el equipo de Zof se impuso muy bien en el Nuevo Gasómetro y llegó a la punta.
Central se volvió a Rosario ilusionado y con la punta del torneo de la mano de Pablo Vitti. Con dos golazos del juvenil y otro de Mauro Monges, el conjunto de Angel Tulio Zof derrotó 3-1 a San Lorenzo, que se fue silbado y con su entrenador, Héctor Veira, al borde de dejar su cargo.
Muy rápido quedó en claro que la propuesta de Central era llevarse los tres puntos del Nuevo Gasómetro. Con un buen trato de pelota de casi todos sus jugadores y la peligrosidad de Pablo Vitti arriba, los rosarinos hicieron pie enseguida y comenzaron a preocupar a Ramírez. Tanto que a los dos minutos Andrés Díaz pudo poner en ventaja a su equipo tras una gran maniobra colectiva, pero el remate del volante desde el punto del penal se fue apenas desviado.
Si bien era superado en el desarrollo, San Lorenzo también intentó imponer su juego y contó con algunas ocasiones para anotar. La permeabilidad del fondo rosarino y la habilidad de Lavezzi se conjugaron para que el conjunto de Veira contara con buenas chances, como ese remate del puntero que Ojeda salvó con un manotazo. Pero estaba claro que Central era más incisivo y Vitti se encargó de ratificarlo. El delantero recibió un pelotazo de su arquero frente a la pasividad de la defensa rival, se sacó de encima a Bottinelli y abrió el marcador con un zurdazo de emboquillada que dejó parado a Ramírez.
Allí sí San Lorenzo sintió el impacto y durante varios minutos quedó al borde de recibir el segundo gol. Tanto que en otra gran jugada, Vitti desparramó a Ramírez, pero su toque de zurda rebotó en el palo. Con más simpleza y mucha gente en ofensiva, Central parecía estar más cerca de aumentar el marcador. Claro que esa postura también le otorgaba chances a su rival, que en varios contraataques lo encontró mal parado en el fondo.
La actitud de San Lorenzo para encarar el segundo tiempo fue diferente. Es que con amor propio salió a llevarse por delante a Central, que sin la pelota quedó expuesto a su peor cara. Entonces, arrinconado contra su arco, los rosarinos empezaron a desdibujarse. Por el contrario, con más empuje que fútbol, San Lorenzo logró llegar al empate con un cabezazo de Michelini. Pero ahí se despertó Central. Otra vez se adelantó en el terreno y contó con tres ocasiones claras para marcar, con un toque de Raldes que salvó Ramírez, con un cabezazo de Ruben que se fue cerca y con un disparo de Rivarola que salió al lado del palo. Hasta que un tiro libre de Monges, que parecía un centro, se le metió al descolocado Ramírez. Allí se definió el juego, más allá de todavía faltaba la segunda joyita de Vitti, que se sacó un hombre de encima y definió con la parte externa del pie, para que Central se vaya ilusionado.