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Pelé alertó sobre posibles reacciones del público argentino, en el próximo partido ante Brasil por las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2006, a partir de la denuncia de racismo que involucró al futbolista de Quilmes Leandro Desábato. El brasileño recordó que él fue “insultado” varias veces en la cancha y que en otros partidos del seleccionado brasileño contra uruguayos, paraguayos y argentinos, y también con el Santos, recibió provocaciones “peores” que las que denunció Grafite, de San Pablo.
“Me cansé de oír de los defensores que soy un ‘criollo hijo de madre’ y otras cosas que no puedo repetir aquí. Pero era dentro del campo, y no sé si podemos entenderlas como racismo o provocaciones”, afirmó Pelé. Y agregó: “Las provocaciones me irritaban tanto que daba todo para ganarle al adversario. Ganar ahí, en la Argentina, después de una provocación, era una alegría increíble”. La ministra de Igualdad Racial de Brasil, Matilde Ribeiro, admitió ayer que el episodio puede causar “bastante desgaste” en las relaciones bilaterales.