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Con uno de los presupuestos más bajos del fútbol latinoamericano, un reducido plantel de 22 jugadores profesionales, y el aporte económico del empresario argentino Santiago Soldati, el Rocha, un humilde club con menos de 600 socios, alcanzó este año un logro histórico en el fútbol uruguayo: fue el primer equipo del interior del país en ganar un campeonato y acceder a una Copa Libertadores de América, en la cual será rival de Vélez. Si bien algunos pusieron en duda que una entidad con recursos tan escasos pueda participar en un certamen internacional, sus directivos confirmaron que participarán de la competencia y ya iniciaron una colecta pública con el objetivo de ampliar la capacidad de su estadio, que actualmente alberga a 4 mil espectadores.
El campeón posee además un plantel muy reducido de apenas 22 jugadores, plagado de juveniles y con una particularidad: ninguno de ellos es representado por el empresario Paco Casal, propietario de la mayoría de los derechos federativos de los futbolistas uruguayos que actúan en Peñarol, Nacional y en los equipos del exterior.
El Rocha jugó el campeonato en un estadio con capacidad para 4 mil personas y que carece de iluminación artificial. Esto, sumado al reducido plantel que posee, hicieron que en el ambiente futbolístico del Uruguay circulara fuerte la versión de que al club no se le permitiría presentarse a la Libertadores. Sin embargo, los directivos de la Asociación desmintieron el rumor y propusieron que el Rocha actúe como local en el Campus de Maldonado, un escenario que se encuentra a 50 kilómetros de su cancha.
Pero los rochenses no quieren que su equipo juegue fuera de casa. Por eso lanzaron, en los últimos días de diciembre, una colecta para recaudar fondos en la ciudad y en el resto del país. Buscan ampliar la capacidad del estadio con estructuras tubulares traídas desde Brasil e incorporar un sistema de iluminación artificial. “Necesitamos también un poco de respaldo de la Secretaría de Turismo. Vamos a representar al país y una mano del Estado no nos vendría mal”, expresó el presidente Jesús Ramos.
Desde el año 2002, cuando militaba en segunda, Rocha pasó a ser gerenciado por el empresario argentino Santiago Soldati, titular del holding Sociedad Comercial del Plata, quien aporta los 14 mil dólares con los cuales se pagan los sueldos del plantel, una cifra diez veces menor a la que destinan Nacional y Peñarol para cubrir los ingresos de sus futbolistas. Muchos ven en esta iniciativa una apuesta a largo plazo del grupo que preside Soldati, quien parecería dispuesto a disputarle el mercado de pases del fútbol charrúa a Paco Casal. Se especula, en algunos medios, que Soldati realizaría durante el 2006 inversiones en otros clubes de Uruguay.
La consagración de este conjunto que viste camiseta celeste fue apreciada en el ámbito deportivo charrúa como una bocanada de aire fresco, luego de que la selección dirigida por Jorge Fosatti quedara eliminada del Mundial de Alemania en el repechaje frente a Australia. Tras ganarle 2-1 en su cancha al Rambla Juniors, este equipo, oriundo de una ciudad homónima situada a 210 kilómetros al este de Montevideo, ganó el campeonato de Primera una fecha antes de que concluyera el Apertura 2005 al sacarle cuatro puntos de ventaja a Nacional, uno de los dos grandes del fútbol uruguayo, que terminó subcampeón. En un certamen irregular, con equipos que mostraron muchos altibajos, Rocha se distinguió del resto por mantener un nivel parejo a lo largo de las 16 fechas. Bajo la dirección técnica de Luis González, un entrenador que se hizo cargo del equipo a principios del 2005 y que había hecho toda su carrera en las inferiores de Danubio, Rocha procuró exhibir un juego ofensivo.
Hebert Caro, un enganche surgido también en Danubio, tuvo la responsabilidad de convertirse en el conductor del equipo. También se destacaron los delanteros Mauro Aldave y José Pedro Cardozo, este último fue el goleador del Apertura y tiene ahora ofertas para jugar en Nacional y Peñarol. Sin embargo, el presidente Ramos aseguró que el club tratará de mantener el mismo plantel que salió campeón y buscará ampliarlo con tres refuerzos más ya que, para jugar la Libertadores, está obligado a presentar una nómina con 25 jugadores.
Vélez, Liga Universitaria de Quito y un equipo que surgirá del repechaje serán los rivales que tendrá Rocha en el grupo 5 de la Copa Libertadores. Pese a que el desafío parece complicado, el entrenador Luis González parece no estar amedrentado: “Sabemos que las cosas no son fáciles, pero vamos a llegar hasta donde podamos tratando de superarnos –dijo–. Además siento que en la Copa vamos a tener el respaldo del país entero: en el 2006, Uruguay no va al Mundial y los que tenemos camiseta celeste somos nosotros. Aunque somos un cuadro chico, vamos a tener 4 millones de hinchas, ¿cómo no nos vamos a entusiasmar?”, afirmó el técnico.