DEPORTES › LA ARGENTINA ES SEMIFINALISTA EN EL MUNDIAL DE BASQUETBOL
Ahora es tiempo de tocar el cielo
Con un ajustado triunfo ante Brasil por 78 a 67, el equipo nacional alcanzó el objetivo propuesto de meterse entre los cuatro primeros del Mundial. Mañana jugará contra Alemania por un lugar en la final.
Luego del histórico triunfo del miércoles ante el Dream Team estadounidense, Argentina cumplió ayer con el objetivo que se había propuesto antes del inicio del certamen. Con el triunfo 78-67 sobre Brasil, el conjunto de Rubén Magnano se clasificó para las semifinales, se metió entre los cuatro mejores equipos del mundo y ya mejoró el sexto puesto del torneo de Uruguay, la mejor actuación de una Selección argentina fuera del país. Esta vez el equipo no brilló como lo venía haciendo, pero sacó a relucir su actitud ganadora para sobreponerse a una desventaja de seis puntos en el tercer cuarto. Andrés Nocioni fue clave para la levantada, mientras que Fabricio Oberto y Emanuel Ginóbili también impusieron sus condiciones. En semifinales el rival será Alemania, que derrotó 70-62 a España.
Lejos de las producciones anteriores, sobre todo de la mágica noche ante Estados Unidos, Argentina arrancó jugando su peor encuentro, justo en el que los propios jugadores calificaron como el partido del “campeonato”. Con una efectividad muy baja para vulnerar la defensa zonal que propuso Brasil, con desconcentraciones en el manejo de la pelota que provocaron varias pérdidas y con actuaciones individuales muy por debajo del nivel que venían mostrando, el equipo de Magnano se encontró inesperadamente en desventaja durante buena parte del primer tiempo. Sólo la regularidad bajo los tableros de Oberto y algunas conversiones aisladas de Ginóbili mantuvieron en juego al equipo argentino, que sentía la floja participación de Sconochini y Wolkowyski, quienes no anotaron puntos.
Nada cambiaba con el correr de los minutos. Los brasileños se encargaban de enredar el desarrollo, lo que provocaba errores infantiles en los dos conjuntos. Pero en ese negocio, los beneficiados eran los conducidos por Helio Rubens, que llevaban el trámite a su plan de juego. Incluso llegaron a sacar una ventaja de seis puntos a los dos minutos del tercer cuarto.
A pesar de la baja efectividad en triples, los jugadores argentinos se mostraban empecinados en romper la zona brasileña desde larga distancia. El caso paradigmático fue Ginóbili, que no anotó ninguno de sus siete lanzamientos. Pero cuando más difícil se ponía el panorama, surgió la garra de Andrés Nocioni para empezar a dar vuelta la historia. Un triple y un robo con posterior volcada en la cara de Anderson del santafesino levantaron el estado de ánimo de los argentinos. La actitud de Nocioni contagió a sus compañeros, que sin jugar del todo bien, comenzaron a arrollar a sus rivales. En seis minutos y medio, Argentina levantó los seis puntos de desventaja y pasó a ganar por nueve para cerrar el tercer parcial.
En el arranque del último cuarto, Argentina liquidó el juego. Ginóbili apareció con un par de volcadas con su sello para imponer respeto, Scola encontró resquicios en la defensa brasileña para anotar cerca del canasto y Oberto completó una tarea muy solida imponiéndose en los dos tableros. Sus cinco rebotes ofensivos disimularon la floja noche de los tiradores. Además, Nocioni continuó aportando en todos los rubros, hasta convertirse en la figura del equipo. Así se llegó con comodidad al cierre, con una ventaja que oscilaba los quince puntos. Los triples del final de Marcelinho y Rogerio sólo sirvieron para decorar el marcador. Argentina ya había hecho su trabajo. Disimuló las falencias de funcionamiento y de nombres para ganar con autoridad y meterse en semifinales. Para seguir soñado.