Nacido en Normandía, Pascal Terry (foto) soñaba con correr el Dakar desde hacía más de veinte años. Le ofrecieron hacerlo este año en auto, pero quería correrlo en moto. Por eso se subió a una Yamaha del MD Rallye Sport. Casado y con un hijo, la suya es la 54ª tragedia que enluta al Dakar desde su creación en 1979. “Es una noticia muy triste, se ve en los rostros del campamento, pero hay que entender que esto es una carrera –opinó Marc Coma, el líder en la división de motos–. Espero que esto no sea usado en contra del Dakar.” “No lo conocía mucho, pero era un piloto de motos y en el Dakar somos todos iguales”, aseguró el francés Cyril Despres. “Esto es el Dakar y quienes nos anotamos sabemos los riesgos –opinó el franco-uruguayo Laurent Lazard–. Perdí a un amigo muy cercano en una competencia en Beijing y sólo queda seguir. Creo que es más peligroso andar en mi camioneta a la vuelta de casa.” Fuentes de la policía pampeana dijeron que el francés “se podría haber salvado si se lo hubiera rescatado a tiempo”.