Si bien el gol a Vélez es el más lejano que consiguió con la cabeza, con el pie Palermo tiene uno que le ganó por más de veinte metros. El 24 de febrero de 2007, en cancha de Racing y ante Independiente, anotó el tercer gol de su equipo desde 61,8 metros, según indicó la tecnología. Con todo Boca replegado defendiendo el 2-1 parcial con un jugador menos, Palermo interceptó un pelotazo de Rodrigo Díaz en su propio terreno y ahí mismo metió un zurdazo espectacular que se metió por encima del sorprendido Oscar Ustari, casi tan sorprendido como el alcanzapelotas local que, antes de que el balón ingresara, tiró otro al campo para que el arquero pudiera sacar rápido.