La derrota caló hondo en el plantel boquense, que todo indica que se quedará sin entrenador a las 16, cuando Claudio Borghi se presente en la práctica. Ayer, el único que habló a la salida del vestuario fue Juan Román Riquelme, quien si bien evitó hablar sobre si este resultado sentenciaba el futuro de Borghi, dio la cara frente a la prensa para expresar su mensaje a los hinchas. “El clásico es lo más grande que hay. Nosotros queríamos ganarlo. Por eso estamos muy dolidos y queremos agradecerles el apoyo a los hinchas de Boca. Teníamos la ilusión de darles una alegría”, expresó el enganche. Y, a propósito del partido, destacó: “Fue un partido feo para ver, un partido chato. Nos ganaron con una jugada de pelota parada. Sabíamos que Maidana cabecea muy bien, porque lo tuvimos de compañero y ésa es una virtud que tiene. Pero después, ninguno de los dos equipos ha arriesgado demasiado. Nos vamos molestos porque perdimos un partido ante un rival que no hizo mucho más que nosotros para ganarlo”. Por último, Riquelme se refirió a por qué siguió jugando luego de haber pedido el cambio: “El clásico uno tiene que intentar jugarlo como sea”.