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La clasificación a la final fue celebrada intensamente en el vuelo charter que trajo al plantel a Buenos Aires. El avión de la compañía LADE se demoró algunos minutos en despegar desde el aeropuerto caleño debido a la euforia desatada por los futbolistas y los hinchas que acompañaban a la delegación del equipo argentino.
Con el torso desnudo, Carlos Tevez agitaba su remera, y en torno suyo saltaban y cantaban Clemente Rodríguez, Rolando Schiavi, Marcelo Delgado, Raúl Cascini y Sebastián Battaglia, los más alegres del plantel.
Los jugadores se entretuvieron gastando bromas al encargado de seguridad del plantel, Mario Torres. Bianchi fue homenajeado por los hinchas con diversos cánticos, mientras el comandante, ya en la pista principal, esperaba la orden para levantar vuelo.
Una vez que se calmaron los festejos, el avión remontó vuelo. Ya en velocidad de crucero, se descorcharon algunas botellas de champán. Luego de los festejos y los brindis, los jugadores y el cuerpo técnico se dedicaron al descanso el resto de las cinco horas y cuarenta minutos que duró el vuelo.