EL PAíS › EL TITULAR DE LA CORTE RENUNCIARIA LUEGO DEL DESCARGO
Nazareno, cerca del adiós
El juicio político contra Julio Nazareno avanza en Diputados y el supremo se reunió con el jurista Badeni para idear su descargo ante los legisladores. Sus allegados aseguran que después renunciaría.
Por Irina Hauser
Julio Nazareno podría renunciar después de hacer su descargo ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Al menos hasta ese momento piensa resistir, según les comentó a sus colaboradores. El presidente de la Corte se reunió ayer con el jurista Gregorio Badeni, el mismo a quien encomendó que lo representara en el juicio político que se le hizo el año pasado y que nuevamente aceptó asumir su defensa. Desde la Casa Rosada el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que está convencido de que se producirá “más de una vacante” en el alto tribunal. El próximo supremo en llegar al banquillo sería Eduardo Moliné O’Connor, un gran amigo de Nazareno y “cerebro” de la mayoría automática menemista.
Nazareno está en estos días cercado no sólo por el Gobierno y el Congreso, sino también por la hostilidad proveniente de algunos de sus pares en el alto tribunal, con Juan Carlos Maqueda a la cabeza quien ya le pidió la renuncia abiertamente, y por las súplicas de su propia familia para que abandone la toga, que lleva desde 1990 cuando su ex socio Carlos Menem lo puso en la Corte después de ampliar a nueve el número de sus miembros.
Los diputados citaron al riojano por adopción para que haga su propia defensa el jueves próximo, un plazo que sus defensores consideran “irrisorio”. Es posible, entonces, que pidan una postergación de la audiencia, aunque otra alternativa que evalúan –cuanto menos para dilatar los plazos– es plantear la nulidad de la acusación. Badeni y el abogado Eduardo Aguirre Obarrio pidieron ayer a la Comisión de Juicio Político las actuaciones y pulirán la estrategia a seguir durante este fin de semana. La intención, explicaron, es responder a los 16 cargos formulados, posiblemente por escrito y “después se verá”. Hasta hace algunos días Nazareno confiaba en que no alcanzarían las voluntades en el Senado para lograr su destitución, pero ahora la fuerte presión y los chismes adversos lo llevan a poner esa teoría en duda y tocar cuanto contacto esté a su alcance.
El titular de la Corte no quisiera dejar su cargo sin antes resolver la redolarización de los depósitos de una ahorrista particular, conocido como caso Lema. El tratamiento de ese tema quedó postergado para el 4 de julio y, según informaron funcionarios de su entorno, es prácticamente imposible adelantarlo. “No hay una mayoría cierta porque está en discusión una propuesta más moderada de Carlos Fayt que quiere que se haga una devolución escalonada del dinero”, señalaron. Así las cosas, si Nazareno renuncia antes de los primeros días del mes próximo, quedará definitivamente desarticulada la mayoría necesaria para despesificar.
La próxima reunión plenaria de supremos será el martes, pero por ahora no se esperan tormentas para ese día. Es probable que los jueces declaren la inconstitucionalidad de una modificación de la Ley de Lemas de Santa Fe con la que Reutemann impuso un límite a las alianzas al impedir que tengan sublemas. Prosperaría un proyecto con el que Nazareno intenta aparentar un predicamento entre sus colegas que comenzó a perder hace rato.
“La situación de Nazareno es muy comprometida y grave”, advirtió el titular de la Comisión de Juicio Político, Ricardo Falú. “Se ha producido –continuó– una congruencia de la prueba jurídica y son más que convincentes los casos de mucho peso y existe el consenso político para avanzar hacia su acusación”.