Yamaha y Honda, los dos gigantes japoneses de la motocicleta, sostienen sus propios equipos oficiales en MotoGP con inversiones millonarias que, tratándose de nipones, son absolutamente secretas. La inquietud choca con el silencio. Pero una visita al box de Yamaha puede aportar ciertas pistas. Para sus dos pilotos, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo (ganaron nueve de los últimos 13 campeonatos mundiales), el equipo trae cuatro máquinas, dos para cada uno, y cerca de 60 integrantes. Hay mecánicos para cada piloto, más un jefe, un responsable de suspensiones y otro que se encarga de los neumáticos. Cada piloto tiene un asistente que se ocupa de sus cascos (ya que utilizan marcas distintas) y de sus buzos (por idéntica razón); además, Yamaha lleva unos 30 ingenieros y directivos a cada una de las pruebas del mundial. Recorriendo el box, se caen algunos datos que dan una idea del poderío: las Yamaha YZR-M1 utilizan ciertos tornillos de titanio, por lo livianos, que cuestan entre 80 y 100 dólares cada uno; la trompa de la moto, el carenado hecho en fibra de carbono con el parabrisas, sale 18 mil dólares. Y el motor, una pieza de orfebrería de cuatro cilindros en línea y casi 250HP, cuesta alrededor de un millón de euros... No es descabellado pensar que una máquina de MotoGP esté cerca del millón y medio de dólares pero, claro, no se venden al público...