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La NBA tiene ante sí una de las temporadas más decisivas de cara a la recuperación de audiencia de televisión y asistencia a los estadios. Y la disputa mediática, nunca resuelta en Los Angeles Lakers por el entrenador Phil Jackson, entre Shaquille O’Neal y su compañero Kobe Bryant, que se disputan en los medios el rol del líder indiscutible del equipo, al que todos tienen que respetar y verlo como referencia dentro del campo, no ayuda a esa recuperación. Los problemas legales de los jugadores, los millones de dólares que ganan, el incremento en las entradas y el poco espectáculo que ofrecen los profesionales son, entre otros, los elementos que han alejado a la gente de los estadios y de las pantallas de TV.