ECONOMíA › LA ESTRATEGIA DEL FONDO PARA NO DARLE EL “SI” A DUHALDE
A Anoop lo que le sobra es paciencia
Anoop Singh regresaría en breve al país. La excusa sería hablar de política. Pero en el fondo la idea es seguir perdiendo tiempo.
La administración Duhalde seguirá esta semana pendiente de los dos frentes que la tienen cercada. Mañana habrá una reunión de la cúpula del Fondo Monetario, en la que se decidiría que Anoop Singh vuelva a viajar a Argentina. Antes que un compromiso de los candidatos presidenciales de respetar un eventual acuerdo con el FMI, el jefe Singh continuará reclamando por una larga lista de condiciones con las, admiten en el Ministerio de Economía, Washington postergaría un acuerdo global hasta el próximo gobierno. Por su parte, el gobierno apelará el fallo contra la pesificación de todos los depósitos del sistema financiero dictado el viernes por la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, así como los dos fallos judiciales que ordenaron la restitución inmediata del recorte del 13% a empleados públicos y jubilados. Mientras tanto, seguirá negociando contra reloj para que se archive el juicio político de la Corte Suprema en el Congreso.
Mañana habrá una reunión cumbre en el Fondo Monetario para tratar el caso argentino. Estarán presentes su director gerente, Horst Köehler, su segunda, Anne Krueger, y el director para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh. En ese encuentro se repasarán los números del sistema financiero y fiscales argentinos. Y todo indica que se decidiría que Singh vuelva a viajar próximamente a Buenos Aires, en compañía de John Thorton, el jefe de las misiones del organismo al país.
La semana pasada, tanto desde el Fondo como desde el Tesoro norteamericano criticaron la “falta de consenso político” para llegar a un acuerdo con Argentina en el corto plazo. Primero, el vocero del FMI, Tomas Dawson, mencionó la cuestión y hasta se atrevió a criticar a la Corte Suprema. Un día después, el propio secretario del Tesoro, Paul O’Neill, ahondó la huella abierta por el Fondo.
De ahí que se llegara a especular con que el viaje de Singh serviría para reclamar a los candidatos presidenciales el compromiso de que respetarán las condiciones fijadas por el Fondo para un acuerdo, de un modo similar a lo ocurrido recientemente en Brasil. Sin embargo, en el propio equipo de Lavagna admiten que el Fondo no puede pedirles a los candidatos que se pronuncien cuando todavía no hay una carta de intención firmada, y la negociación sigue abierta.
De hecho, ayer el vicejefe de Gabinete, Eduardo Amadeo, afirmó que “Singh no tiene que venir a hablar con ningún candidato por un acuerdo”.
Y agregó que si los candidatos presidenciales prometen afrontar “una política fiscal coherente, que no haya inflación, y otras cuatro o cinco cosas básicas, esto será bueno para todos”. Pero insistió con que esa no era una condición en la negociación. En igual sentido, el secretario General de la presidencia, Aníbal Fernández dijo “hay que descartar la idea de que esto sea un requisito” por parte del organismo para cerrar un acuerdo con la Argentina.
En Economía dicen que Washington está muy pendiente de lo que sucede con la Corte Suprema, porque un fallo contra la pesificación haría volar por los aires todo el programa monetario. En tanto que “el Fondo sigue presionando para terminar con los amparos”. Pero por sobre todo, off the record, consideran que las últimas señales indican que no existe voluntad para firmar un acuerdo con la administración Duhalde. Y que Singh seguirá machacando sobre el listado conocido de exigencias (amparos, reestructuración banca pública, ajuste de tarifas, etc.) para mostrar que las cosas siguen encaminadas, pero sólo para seguir negociando. “La estrategia es seguir corriéndonos los vencimientos, no nos quieren hundir, pero tampoco salvar”, comentó a este diario un colaborador del ministro.