Miércoles, 29 de octubre de 2008 | Hoy
ECONOMíA › LULA DEFENDIó EL ESTADO. QUEJAS EMPRESARIAS
En un debate que se asemeja a lo que sucede en Argentina, mientras el gobierno de Brasil consideró que, en el contexto de la crisis financiera mundial, se realza el papel que juega el Estado en la economía, algunos sectores privados insisten en que el gobierno debiera reducir el gasto público para bajar los costos fiscales de las empresas. La diferencia de comprensión respecto del colapso del actual modelo económico quedó reflejada en las posiciones asumidas por el presidente Lula da Silva, de un lado, y los directivos de la Confederación Nacional de la Industria por el otro. En tanto, Guido Mantega, ministro de Hacienda, marcó la real dimensión de la crisis al manifestar que va a ser “de larga duración (...), tendrá una magnitud inédita y vamos a tener un fuerte impacto en la actividad económica, en la economía real, (ya que) en el mundo todo se va a desacelerar”.
En un día aparentemente de alivio en los mercados financieros, con una significativa suba del 13,4 por ciento en el índice Bovespa de la Bolsa paulista, y una nueva recuperación del real con respecto al dólar, Lula demostró que no se sube al exitismo de la lectura simple de los resultados del mercado e insistió en los cuestionamientos de fondo. Durante un encuentro en la ciudad de Salvador, Bahía (nordeste brasileño), con el primer ministro portugués, José Socrates, Lula afirmó que “el Estado vuelve a tener un papel extraordinario”. Dijo que la redefinición del Estado se produce cuando “esas instituciones (bancarias), que pasaron tres décadas negando el papel del Estado, ahora buscan a ese Estado en que ellas no confían para que las socorran de las crisis que ellas mismas provocan”.
“Llegó la hora de la política, y no se trata de que el Estado se entrometa en la economía, no es lo que queremos, sino un Estado que tenga fuerza política para regular la economía y en particular el sistema financiero”, sostuvo el mandatario brasileño. “No podemos permitir que el sistema financiero internacional juegue con la sociedad”, remató.
Mantega participó ayer del encuentro anual de la Confederación Nacional de la Industria, CNI, donde reconoció abiertamente que “la crisis nos impacta también, no vengo a defender la tesis del no contagio”. De inmediato, se refirió a la duración y magnitud de la crisis, con una desaceleración mundial que ya se evidencia con diversos síntomas de recesión, pero con riesgo de que se llegue a una depresión.
Mientras la Bolsa y el mercado cambiario le daban un respiro a la economía brasileña, los empresarios volvieron a la carga. El dólar perdió 2,6 por ciento de su cotización durante las operaciones de la víspera, al cerrar a 2,185 reales. El ánimo de los dirigentes empresarios, que ayer estuvieron frente a frente con Mantega, era otro. El titular de la Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas y Equipamiento, Luiz Aubert Neto, señaló que otorgar más liquidez al sistema financiero, como está haciendo el Banco Central de su país, “es dar sangre a los vampiros”. El dirigente empresario señaló que los bancos que reciben fondos públicos no los vuelcan en favor de ampliar el crédito y, cuando lo hacen, es con elevadas tasas de interés.
Por su parte, el presidente de la CNI, Armando Monteiro Neto, dijo que el sector industrial debe evitar la irradiación de nuevas ondas intervencionistas que atenten contra la economía de mercado. “La crisis puede reintroducir discursos y conceptos que nos conduzcan a parálisis y retroceso”, dijo el empresario. El poderoso empresario Jorge Gerdau, por su parte, le reclamó al gobierno en el mismo encuentro “tener coraje” para cortar el gasto corriente, al tiempo que señaló sus prevenciones respecto de las políticas de regulación del Estado. “Necesitamos evitar retrocesos institucionales, no debe haber ambigüedades frente a la libre iniciativa de los emprendedores”, opinó.
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