La presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizará hoy por la mañana anuncios para el sector agropecuario en la Quinta de Olivos. En los últimos días se estuvo evaluando aplicar una rebaja de cinco puntos en las retenciones a las exportaciones de girasol y soja, tal como se hizo con el trigo y el maíz. Sin embargo, fuentes del Ministerio de la Producción informaron ayer que la decisión todavía no estaba tomada. En el Gobierno hay consenso respecto de bajarle la alícuota al girasol, pero no están tan convencidos de hacer lo mismo con la soja porque, luego de la sequía que afectó la producción de trigo y la baja del precio de la leche, reducir las retenciones de la oleaginosa significaría seguir alentando la sojización que el Gobierno cuestionó durante todo el año. Quienes promueven la rebaja sostienen, con un pragmatismo a prueba de cualquier principio, que servirá de incentivo para que los productores comiencen a vender los granos que tienen stockeados en los silos de sus campos y liquidar divisas. También se anunciarían incentivos para la producción de carne.

Una opción que se estaba evaluando para tratar de justificar la polémica decisión de bajar las retenciones a la soja después de haber demonizado el cultivo es vincular el recorte con una mayor industrialización local que le agregue valor al producto. Un plan similar al Maíz Plus y Trigo Plus, pero que en lugar de promover la mayor producción premiaría la industrialización. El problema es que esos planes son de difícil implementación. De hecho, todavía no está claro cómo se pondrán en práctica los ya anunciados.

Por ejemplo, en el caso del trigo se anunció que por cada millón de toneladas que aumente la producción el año próximo se bajarán un punto las retenciones y se aclaró que la cifra de corte serían las 13 millones de toneladas. Sin embargo, las últimas proyecciones indican que la producción de trigo este año caerá a 9 millones de toneladas debido a la sequía. Por lo tanto, no queda claro si para lograr una rebaja adicional de un punto en 2009 los chacareros deberán producir un millón más con relación a esos 9 millones o cinco millones más para lograr un millón más que la cifra de corte.

También se podría avanzar con una segmentación de las retenciones para ese cultivo y para el maíz, propuesta que fue realizada por la Secretaría de Agricultura. Además se esperan mayores precisiones sobre el plan de engorde del ternero overo (el hijo macho de la vaca lechera). La Presidenta dijo el pasado 4 de diciembre que los tamberos recibirían una compensación para incentivar la producción del ternero overo. Sin embargo, aún no está claro cómo se implementará ese incentivo. La idea de la Secretaría de Agricultura es otorgarle una compensación al productor cercana a los 200 pesos por cada novillo. Sin embargo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quiere que algunos feedlots se especialicen en esos animales y sean ellos los que reciban la compensación.

Otro de los temas en discusión son los incentivos para la producción de carne. Desde hace varias semanas se viene analizando la posibilidad de flexibilizar el encaje productivo que actualmente obliga a los frigoríficos a tener disponible en sus recámaras una cantidad equivalente al 75 por ciento de la carne que exportan, pues la demanda internacional cayó y la presión que podría ejercer esa flexibilización en los precios locales es menor. También se está evaluando flexibilizar la exportación de vaca conserva y reducir el peso mínimo de faena, vigente actualmente en 280 kilos.

Los anuncios se realizarán sin la presencia de los principales dirigentes de las entidades que conforman la Mesa de Enlace. El Gobierno decidió convocar sólo a productores afines con el proyecto oficial para comunicar las novedades.

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