Cristina Fernández de Kirchner inauguró ayer una planta de biotecnología en la sede que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) posee en el partido de San Martín. La construcción se había iniciado en 2004 y demandó una inversión de siete millones de pesos, que fueron aportados por el sector público y empresas privadas.

“Hay inversiones que por su volumen y sus modificaciones estructurales impactan en términos de números. Esta inversión impacta en términos de innovación tecnológica, de salto de calidad en lo que es la industria nacional”, remarcó la Presidenta, quien estuvo acompañada por la ministra de Producción, Débora Giorgi; el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y el titular del INTI, Enrique Martínez.

Las industrias nacionales podrán contar con asesoramiento técnico en el escalado productivo de insecticidas biológicos altamente específicos para la lucha contra el dengue; el desarrollo de enzimas para la industria de la alimentación, de productos de limpieza y textil, entre otras posibilidades. En la planta también se llevan adelante trabajos conjuntos con el laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires para escalar dos proteínas recombinantes allí desarrolladas con propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias.

“Esto a veces tiene muchos obstáculos, algunos por interés y otros por algo mucho más grave, por ignorancia, porque se cree que esto puede estar en detrimento de tal o cual cosa”, dijo la primera mandataria, antes de felicitar por la tarea desarrollada al INTI, a los científicos que participaron del desarrollo del laboratorio y a los representantes del sector privado que colaboraron en su realización.

La Presidenta hizo hincapié en la “necesidad de que todos los conocimientos desarrollados en las universidades nacionales por científicos argentinos puedan ser volcados al sector industrial, de manera que el conocimiento se vuelque a la generación de riqueza”. El año pasado las exportaciones de productos biotecnológicos ascendieron a 2700 millones de pesos, lo que representó un incremento superior al 200 por ciento respecto de 2007.