Brasil se comprometió ayer formalmente a comprar bonos del Fondo Monetario Internacional por 10.000 millones de dólares. De ese modo, se convertirá en acreedor del organismo por primera vez en su historia. “Firmaremos un acuerdo de compra de bonos por 10.000 millones de dólares. La suscripción será por dos años”, declaró el ministro de Hacienda, Guido Mantega, tras entregar al director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, una carta que ratifica la operación anunciada en junio.

“Estamos colocando una parte de nuestras reservas, pero no es una disminución de la disponibilidad de recursos para Brasil. Es sólo un cambio de activos”, afirmó Mantega. Brasil respondió así al llamado de Strauss-Kahn a los miembros del Fondo a no acumular reservas y a atribuirle parte de ellas para darle a la institución los recursos necesarios para contribuir a la recuperación de la economía.

Los países del BRIC (Brasil, Rusia, India, China) decidieron comprar bonos por 80.000 millones de dólares, 50.000 para China y 10.000 millones para cada uno de los otros tres países miembros. Ahora, los cuatro países van a negociar la posibilidad de colocar sus bonos en los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP), un programa que permitirá al FMI disponer de 500.000 millones para efectuar préstamos rápidos a países en dificultades. Los BRIC supeditan esta medida a que su poder de decisión sea proporcional a su contribución al NAP. El Fondo se comprometió el domingo a aumentar en al menos 5 por ciento las cuotas de los países emergentes de aquí a 2011. Los 80.000 millones de los BRIC representan un 16 por ciento de los 500.000 millones. Ese porcentaje daría al grupo de cuatro países una minoría de bloqueo.