La modificación de la tabla del monotributo obtuvo ayer la media sanción del Senado para convertirse en ley. El proyecto logró el apoyo de 37 legisladores oficialistas, contra 24 opositores. Los cambios contemplan la unificación de las dos categorías más bajas y crea otras tres. Ahora, la primera categoría, A-B, será para los contribuyentes que tengan ingresos hasta los 24.000 pesos y pagarán una cuota mensual de 219 pesos. Además se establece para el nivel más alto un tope de hasta 200 mil pesos. De esta manera, se amplía el universo de contribuyentes incluyendo a quienes tienen voluntad de permanecer dentro del sistema y estaban excluidos porque su nivel de ingresos brutos superaba los 72 mil pesos. El sistema abarca a cuatro millones de monotributistas, de los cuales 1,8 millón recibirán un incremento en su cuota de 85 por ciento con respecto del cuadro previo, y del 16 por ciento en las más altas.

En una sesión breve, la Cámara alta aprobó por mayoría los cambios en el cuadro del monotributo. El proyecto recibió los votos positivos del oficialismo y de algunos aliados provinciales, mientras que recibió el rechazo del radicalismo, el peronismo disidente, el socialismo y la Coalición Cívica. La reforma había sido aprobada hace quince días por la Cámara baja luego de que se aceptara modificar el texto original enviado por el gobierno nacional, eliminando la actual Categoría A (la más baja), y unificarla con la B (de hasta 24 mil pesos anuales de ingreso). Según los cambios aprobados el cuadro con las nuevas categorías a partir del próximo año es el siguiente:

- La categoría A-B (hasta 24 mil pesos) paga 219 pesos mensuales.

- La categoría C (hasta 36 mil pesos), 255 pesos.

- La D (hasta 48 mil pesos), 308 pesos.

- La E (hasta 72 mil pesos), 390 pesos.

- La F (hasta 96 mil pesos), 580 pesos.

- La G (hasta 120 mil pesos), 730 pesos.

- La H (hasta 144 mil pesos), 880 pesos.

- La I (hasta 200 mil pesos), 1780 pesos mensuales.

Estos valores tienen tres componentes: el impositivo –el cual se mantiene en los niveles actuales–, los aportes jubilatorios (110 pesos) y los de la seguridad social (70 pesos). En el caso de contribuyentes que además trabajen en relación de dependencia –asalariados con aportes–, sólo pagan el componente impositivo, con lo cual no modifican su situación actual para un mismo nivel de facturación (salvo los que facturen por debajo de 12 mil pesos anuales, que ahora se equiparan a los que llegan a 24 mil).

Uno de los principales motivos que impulsó el cambio en las escalas había sido mejorar el aporte a las obras sociales, que venían eludiendo la incorporación de monotributistas porque su contribución resultaba mucho más baja que el consumo medio por afiliado.

El proyecto además prevé que el 70 por ciento de lo recaudado por el componente impositivo es para financiar las prestaciones de la Anses y el 30 por ciento restante va a las provincias y Capital Federal, por medio de transferencias diarias de manera automática. También está previsto un nuevo régimen de inclusión social y promoción del trabajo independiente denominado “monotributo social”, que buscará incluir a los trabajadores nucleados, por ejemplo, en cooperativas.

Al presentar el proyecto, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Fabián Ríos, consideró que “es una cuestión de justicia cambiar el régimen” porque la recategorización es un “reclamo de los sectores que quedaron excluidos”. “Esperamos que le imprima vitalidad a los trabajadores independientes y a aquellos a los que hoy el sistema no se los permite”, expresó.

Por su parte, el radical Gerardo Morales, presidente de la Comisión de Trabajo, afirmó que “este proyecto de ley es un paso más en una mayor concentración de recursos del gobierno nacional”. En tanto, la justicialista disidente Sonia Escudero consideró “tiene un componente totalmente regresivo”. Desde el oficialismo reconocieron a este diario que sigue sin discutirse el tema de fondo, que es que los que más tienen tributen más. Según los cálculos expuestos por Escudero, el contribuyente de la categoría más baja deberá abonar el 9 por ciento de sus ingresos y el de la más alta, va a pagar el uno por ciento de sus ingresos. Ríos respondió que “lo esencial es garantizar que el sistema sea sustentable en el futuro”.

El Presupuesto 2010 contempla una recaudación adicional en concepto del monotributo de 1200 millones de pesos. La ley eleva hasta 200 mil pesos el tope de ingresos brutos para las actividades de locación o prestación de servicios y hasta 300 mil pesos para el resto de las actividades. El proyecto faculta al ente recaudador a modificar una vez al año los montos máximos de facturación, los importes del impuesto y el componente previsional.