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Los salarios crecieron en promedio 1,6 por ciento en octubre y acumulan una mejora del 13,1 en lo que va del año, según informó ayer el Indec. La inflación oficial entre enero y octubre fue del 5,8 por ciento, lo cual refleja una mejora significativa de los salarios reales en un año de crisis. Otra interpretación es que el índice de precios subestima los aumentos.

La recuperación de los salarios estuvo liderada en octubre por los trabajadores del sector público. Sus ingresos treparon 3,2 por ciento y 11,2 durante los primeros diez meses de 2009. Los trabajadores en blanco del sector privado tuvieron una mejora del 1,9 y 13,8 por ciento, respectivamente.

Después de nueve meses sin sentir el impacto de la crisis, las remuneraciones del sector más vulnerable –los trabajadores “en negro”– cedieron 1,2 por ciento. Para las estadísticas oficiales, los trabajadores informales, que cuentan con un poder de negociación muy reducido, muestran entre enero y octubre una mejora del 13,3 por ciento. La aparente fortaleza del populoso sector –el 36,2 por ciento de los asalariados– responde a las inconsistencias metodológicas del indicador que muestra el impacto de la desaceleración económica con un importante rezago temporal. Es un problema que arrastra el índice desde un principio, según advierten las autoridades del Indec, que se quitan responsabilidad por este tema, aunque reconocen que están atrasados en la reforma del indicador.

Algunos elementos como el incremento en el salario mínimo vital y móvil –en enero ascenderá hasta 1500 pesos– brindan a los trabajadores no registrados una herramienta para defender sus ingresos. Sin embargo, este sector es más vulnerable ante los efectos de la crisis. Por eso no es consistente que los trabajadores en condiciones de empleo precarias y un limitado grado de organización encabecen las mejoras salariales en lo que va del año. Tampoco resulta convincente que octubre sea el primer mes en el que sus remuneraciones retroceden. Por la desaceleración en el nivel de actividad, 140 mil trabajadores pasaron a la informalidad durante el segundo trimestre.

Los datos para el sector registrado se recolectan a partir de una encuesta mensual a empresas, mientras que los de los trabajadores en puestos informales se estiman con la información disponible en la Encuesta Permanente de Hogares. El peso del empleo en negro dentro del indicador es del 20 por ciento, el sector público pondera 30 por ciento y el 50 por ciento restante corresponde a los asalariados registrados.

Según el Ministerio de Trabajo, los incrementos salariales promedio registrados durante las últimas negociaciones colectivas rondaron el 20 por ciento. Durante el segundo trimestre, los trabajadores que experimentaron los mayores aumentos fueron los pertenecientes a las actividades de Electricidad, Gas y Agua (27,9) y Administración Pública y Defensa (23,1).

La mejora promedio de los salarios durante los primeros diez meses del año, 13,1 por ciento, duplica el incremento oficial de precios. La inflación acumulada hasta octubre fue del 5,8 por ciento, evidenciando una considerable mejora en los ingresos reales de la población. Más allá de los cuestionamientos a las cifras del Indec, estimaciones privadas sostienen que los salarios reales de los trabajadores registrados tuvieron un incremento del 6 por ciento en el primer semestre del año. Para los trabajadores que perciben en promedio remuneraciones más bajas que los asalariados protegidos, esa estimación es irrelevante por las debilidades metodológicas que presentan los datos originales.