[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La Mesa de Enlace analizará hoy si vuelve a las protestas. Carbap, la federación bonaerense de CRA, y Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria de Entre Ríos, quieren iniciar un nuevo lockout agrario desde el próximo 3 de enero, postura que no es compartida por otras federaciones de CRA y la Sociedad Rural, al menos hasta el momento. Los que quieren subir la apuesta son los dirigentes de la conducción nacional de FAA. Eduardo Buzzi, titular de los federados, propondrá hoy “la toma de molinos o algún puerto” para manifestarse en contra de la actual política agraria. Por su parte, el Centro de Exportadores de Cereales cuestionó la actitud de la Mesa de Enlace.

“Propiciamos la toma de un molino o un puerto para denunciar el atropello de los exportadores en connivencia activa con el Gobierno”, señaló a Página/12 el dirigente de FAA Pedro Peretti. Según el federado, Buzzi llevará a la Mesa de Enlace esta propuesta, que no sería bien recibida por Mario Llambías, titular de CRA, ni por Hugo Biolcati, presidente de SRA.

Según el secretario de CRA, Javier Jayo Ordoqui, “no es el momento para llevar adelante medidas de fuerza”. Lo que muchos ruralistas manifiestan es que los productores están en plena cosecha, por lo que no participarían masivamente de un eventual cese de comercialización, tal cual ocurrió en los últimos lockouts.

Consultado sobre este escenario, el titular de la Sociedad Rural de San Pedro, Raul Victores, indicó a este diario que “la comercialización no tiene nada que ver con la producción, ya que todo el mundo sabe que nuestras protestas siempre fueron tranqueras hacia afuera”. Para Victores, la decisión de nuevas medidas de fuerza no se tomará hoy, aunque aclaró que es posible que se llegue a una determinación en los próximos días.

Por su parte, el Centro de Exportadores de Cereales salió al cruce de algunos cuestionamientos –de la Mesa de Enlace– que apuntan a las exportadoras de trigo como las responsables de tener que garantizar el precio pleno de ese cereal.

Las exportadoras han comprado más del 90 por ciento del saldo exportable de trigo determinado por el Gobierno, que asciende a 3,3 millones de toneladas. “Esta circunstancia genera una falsa imagen de inactividad por parte del sector de la exportación”, afirmó la entidad.