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La provincia de Buenos Aires dejó de pagar intereses equivalentes a 25,5 millones de dólares de bonos en euros, pesos y moneda estadounidense que vencen entre ayer y el 23 de febrero, anunció el Ministerio de Economía bonaerense. Por su parte, el gobernador Felipe Solá aclaró que el origen del quebranto de la provincia es un persistente déficit fiscal superior a los 2000 millones de dólares anuales desde hace cuatro años, como producto de incrementos de gastos en salud, seguridad y por la reforma educativa, que implicó un incremento del 30 por ciento en el plantel de docentes.
En un comunicado, el ministerio informó que la provincia “acompañará las políticas de la Nación tendientes a iniciar consultas con los acreedores para llegar a una reprogramación de las obligaciones financieras en el marco de un plan de desarrollo sustentable”. La nota señala que la medida está vinculada “con la profunda crisis financiera por la que atraviesa Argentina, que ha determinado una extraordinaria disminución de los recursos provinciales, a punto tal que los ingresos resultan insuficientes para el cumplimiento de sus obligaciones esenciales”.
Economía señaló que se diferirán los pagos de servicios que debe enfrentar en los próximos días, relacionados con los siguientes títulos públicos:
u Los bonos en euros con vencimiento en enero del 2003 y cuyo próximo servicio de intereses debía efectuarse hoy 30 de enero.
u Los bonos en dólares con vencimiento en agosto del 2003 y cuyo próximo servicio de intereses debía efectuarse el 1º de febrero.
u Los bonos en euros con vencimiento en febrero del 2004 y cuyo próximo servicio de intereses debía efectuarse el 23 de febrero.
También fueron diferidas y serán renegociadas las obligaciones derivadas del Bono de Consolidación de Deudas Ley 11.192 en moneda nacional con vencimiento final en marzo del 2007 que tiene fecha para amortizar el servicio el 1º de febrero.
Además, el Bono de Consolidación de Deudas Ley 11.192 en moneda extranjera con final en marzo del 2007 y cuyo próximo servicio debía efectuarse también el 1º de febrero.
En ese sentido, el gobernador Felipe Solá, quien ayer anticipó el default, matizó expresiones en las que dijo haber heredado una “dura situación financiera”, al afirmar que “calavera no chilla”. Solá dijo, por otra parte, que su idea es reprogramar la deuda con los acreedores “exactamente con el mismo estilo y tono” con que lo hizo la Nación. “No declaramos un default permanente, ni un pagadiós”, aclaró.