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La economía podrá seguir hundida, con niveles de producción y ventas similares a los de diez o quince años atrás, pero al menos una cosa cambió. Las expectativas de los empresarios han mejorado sensiblemente en relación con las que tenían hace seis meses. En la Capital Federal y el conurbano bonaerense la mayoría de ellos estima que el 2003 marcará el inicio de la recuperación. Si bien no será un año de crecimiento rutilante, la recesión quedará definitivamente como un mal recuerdo. Los más esperanzados son los industriales, quienes confían en aprovechar las ventajas de un tipo de cambio alto. Le siguen los comerciantes y, más escépticos, en tercer lugar se encuentran los empresarios del sector servicios. Sin embargo, en estos últimos dos casos también son más quienes esperan un mejor clima para los negocios.
El Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) consultó a 136 empresas de la región metropolitana. La encuesta permite advertir un cambio importante en el humor de los empresarios. En julio último, por ejemplo, el 43,3 por ciento se manifestó pesimista respecto de la evolución de su compañía para el siguiente semestre. Ahora sólo el 14 por ciento supone que su situación empeorará durante los próximos seis meses. En cambio, el 34,6 por ciento de los entrevistados espera una mejoría en la primera mitad de 2003. El 50,6 por ciento contestó que las cosas seguirán igual, mientras que el 0,7 dijo que no sabía.
Cuando se les preguntó por la situación económica del país, el 48,5 por ciento evaluó que 2003 será un año de recuperación. Todavía hay un número alto de 19,9 por ciento que entiende que habrá que esperar hasta 2004 para apreciar la reactivación y un 13,2 por ciento que estima que se dará recién en 2005. Pero frente a ellos, el 15,4 por ciento de los empresarios considera que la reactivación ya se inició. En cuanto a los que creen que ocurrirá a lo largo del año, el 8,1 por ciento arriesga que será entre enero y marzo, el 16,9 por ciento piensa que llegará entre abril y junio, el 12,5 por ciento menciona el tercer trimestre y el 11 por ciento se inclina por el cuarto.
Si se analizan las respuestas por sector de actividad económica, se descubre que los industriales son los más optimistas: el 41,2 por ciento de ellos sostuvo que la situación mejorará en los próximos seis meses, mientras que sólo el 5,9 estimó que será peor que la actual. La ganancia de competitividad que supuso para ellos la devaluación explica este comportamiento. La mayoría de los rubros fabriles consiguió recuperar terreno en el mercado interno y a varios de ellos se les abrió la salida exportadora. La respuesta coincidente de los empresarios es que resulta esencial para que la recuperación se consolide que se produzca un ordenamiento de la situación política y que se reabran canales de financiamiento. La evolución de ambos factores marcará los límites de la reactivación.
Las opiniones de los empresarios de la actividad comercial resultan más llamativas, dado que el consumo interno sufrió fuertemente por la pérdida de poder de compra de los asalariados. Aun así, el 33,3 por ciento de los establecimientos encuestados por la UCES señaló que las cosas mejorarán en el próximo semestre, contra el 10,6 que manifestó que estarán peor que ahora. Esta encuesta contrasta con una declaración del Movimiento de Empresarios por la Nación (MEN), nucleamiento encabezado por la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME), que preside el menemista y ex defensor de la dictadura Osvaldo Cornide. El MEN afirma que la reactivación todavía no comenzó y denuncia que Eduardo Duhalde “ha pronosticado, una vez más, el fin de la recesión” y ha logrado que “distintas organizaciones empresarias de cúpula hayan variado su discurso para sumarse al coro de los ‘optimistas’”.
En el sector servicios es donde se advierte menos optimismo, dado que el porcentaje de pesimistas trepa al 20,8 por ciento, aunque igualmente los superan quienes confían en la reactivación, que llegan al 34 por ciento. En cuanto a la evolución de la dotación de personal para el primer semestre, el 78,7 por ciento de las empresas estimó que mantendrá la misma cantidad de trabajadores que en la actualidad; el 10,3 por ciento indicó que tiene previsto aumentarla y el 11 por ciento dijo que contempla una disminución. Si bien el porcentaje de empresas que piensa reducir el número de empleos es levemente superior al que planea aumentarlos, los datos relevados ahora son mucho más positivos que los registrados seis meses atrás, cuando el 26,9 por ciento de las empresas proyectaba una disminución del personal y sólo el 5 por ciento esperaba un aumento. Y todavía peor era la situación hace un año, cuando el 35,5 por ciento de las empresas pensaba achicar sus planteles.